lunes, 19 de octubre de 2009

CRÓNICA 17.10.2009 ("SOY EL ÚLTIMO HOMBRE...")

RESULTADO:11-6 (VICTORIA COLOR)

CRÓNICA: hay que reconocer que determinadas frases o exabruptos llaman la atención y este último sábado se llevó la palma Eduardo, que profirió tres durante el partido que sintetizan de modo original lo ocurrido durante el encuentro. El primero de ellos lo he transformado en el titular y resalto su conexión con el cine, como otras veces. A principios de los 70 Charlton Heston interpretó unas cuantas películas, hoy algo olvidadas dentro de su filmografía pero que a mí me atraen. Una de ellas se titulaba “El último hombre vivo” e interpretaba a un científico que sobrevivía a una guerra bacteriológica porque se inyectaba el antídoto que él había diseñado y creía que era el único humano superviviente “normal”, ya que otros habían sobrevivido pero sufrido mutaciones genéticas y solo podían salir de noche e intentaban acabar con él. Pues a lo que voy, la expresión de soledad de Eduardo se produjo cuando no encontraba apoyo en su ataque, no había a quien pasarle la pelota, los coloreados le rodeaban y él no veía nada blanco alrededor ni posibilidad de alcanzar la portería contraria en solitario, en una situación similar a la padecida por Heston. Era una expresión desesperada ante lo que estaba ocurriendo en el rectángulo verdoso con tintes auríferos, porque en ese momento el equipo de color estaba cascándole un 5-0 al equipo blanco en 25 minutos, con un juego primoroso, espectacular, con una puntería certera (de la que los blancos habían carecido hasta ese momento) y un tanto, el cuarto, en el que todo el equipo coloreado, emulando a la selección campeona de Europa, tocó y tocó hasta que Fernando, de tacón, introdujo el balón en la portería blanca. Aquí vino la segunda frase para enmarcar de Eduardo, “nos están chorreando” y así era, llevábamos poco tiempo sobre el campo y parecía un partido acabado, con una superioridad absoluta coloreada y pocos visos de reacción blanca. Pero como todos sabemos, en nuestros peculiares partidos las apariencias engañan y es complicado mantener la intensidad cuando hay una ventaja grande y eso es lo que sucedió. Los blancos mantuvieron un breve conciliábulo tras el quinto gol, se dijeron entre ellos que esto no podía suceder más, que se les avecinaba un 10-0 y que eso hubiera sido el colmo; así que le echaron casta, presionaron muy arriba, se esforzaron aun más y fruto de esa presión y de cierta relajación coloreada lograron, en poco menos de 10 minutos, forzar un 5-3 que les dio alas y con el que llegamos al descanso. Durante esa presión blanca, Eduardo lanzó su tercera frase del día, “¡Qué liviandad!”, refiriéndose a una falta que le pitaron y en la cual él mantenía que no había hecho absolutamente nada; particularmente, me hizo mucha gracia esa expresión, entiendo que referida al poco aguante del jugador coloreado que, ante un ligero o liviano roce por parte de Eduardo, pitó la falta. Tanta cultura resumida en dos palabras aplicables al caso hicieron brotar las lágrimas en mis ojos, no está todo perdido en este submundo del fútbol donde priman las expresiones absurdas tipo el palo largo, balón dividido, encimar, hacer falta “sobre” alguien, zapatazo, abrir el campo o, la peor de todas, hay que ser “más agresivos” cuando los únicos agresivos, por definición, son los locos o las alimañas.

Bueno, dejémonos de frasecitas y riqueza o corrección lingüísticas. Al final, pasó lo que tenía que pasar, tanto esfuerzo blanco en la primera parte acabó pasándoles factura en la segunda, algunos jugadores dieron claras muestras de estar más que agotados y no pudieron mantener el ritmo infernal que impuso el equipo de color en la segunda parte. Y eso que el marcador llegó a reflejar un 7-6 muy peligroso para los coloreados, que vieron disminuida su ventaja a la mínima expresión merced a un error en una cesión al portero que el susodicho Eduardo aprovechó sutilmente para mandar la pelota a la red con su maestría habitual. Pero no, hasta ahí llegaron los blancos y ahí se acabó su fuerza, casta y coraje y se impusieron la técnica, velocidad, olfato de gol, los pases certeros y la mayor resistencia física de los jugadores coloreados, que endosaron un parcial de 4 a 0 a los blancos sin apenas despeinarse, hasta dejar el marcador en el 11-6 final. La conclusión de todo esto es que el equipo blanco tiene su principal baza en una defensa fuerte, saliendo en tromba cuando corta la pelota; si esta premisa falla, si el hombre en punta no tiene compañía para pasar la pelota o dar el pase de gol, difícilmente podrá afrontar un partido con garantías de victoria. El equipo de color, en cambio, es más débil anímicamente, necesita ir por delante en el marcador e imponer su mayor capacidad goleadora desde el principio para tranquilizarse y afrontar con calma los arreones blancos. Todo depende de quienes formen los equipos y no necesariamente se reproduce este guión, evidentemente, pero suele ser el patrón que observamos partido tras partido.

INCIDENCIAS: otra reluciente mañana cuasi veraniega, pista en perfecto estado para la disputa del partido. Esta vez sí había pequeños espectadores (Miguel, Reyes, Javier, Jose Manuel, que van creciendo conforme se multiplica el número de crónicas escritas...) que se comportaron más o menos debidamente, con las consabidas interrupciones. Por segunda vez había una mirona en los alrededores del campo, una rata de tamaño considerable que vive por las alcantarillas cercanas y que insiste en vernos jugar, igual es la que se dedica a roer las redes de las porterías. Gabi se dio un trastazo con esa rama traicionera del árbol situado tras la portería junto al muro, raspándose la cabeza y mostrándonos que tiene la sangre roja; eso sí, no requirió asistencia y rechazó la que le ofrecimos, dando muestras de la pasta de la que estamos hechos los que perseguimos el balón las mañanas de los sábados. Tras el partido de los adultos, los sufridos padres de las criaturas (o sea, Luis y yo) estuvimos correteando con ellos tres cuartos de hora más, esa es la razón por la que siempre llegamos tarde a la Viña y con pinta de haber corrido un maratón. Por cierto, los que no estuvisteis en la cervecita os perdisteis interesantes reflexiones sobre el estado actual de los equipos, saliendo a relucir las disensiones internas que minan la confianza del equipo blanco. Por cierto, ha quedado inaugurada la nueva temporada quinielística, aun estáis a tiempo los que no habéis dicho nada de formar parte una vez más.

JUGADORES BLANCOS: Emilio Lora, Jose Galdón, Eduardo, Gabi, Luis y Josema.
JUGADORES COLOR: Roberto, Fernando, Pepedu, Álvaro, Totem y yo mismo (JM-3).

CÓMPUTO TEMPORADA 2009-2010: 3 VICTORIAS COLOR, 2 VICTORIAS BLANCAS.

Jose Manuel.

martes, 13 de octubre de 2009

PEÑA QUINIELÍSTICA 2009-2010

El sábado pasado (creo recordar, si no es así alguien puede añadir lo que estime oportuno) se acordó reanudar la actividad de la peña quinielística. Durante esta semana, incluido el sábado que viene y supongo que la semana siguiente también, se podrá aportar la cantidad estipulada.
IMPORTE: 20 EUROS
RECAUDADOR: Roberto
Supongo que en el blog se irá publicando la quiniela semanal y en la columna de la derecha publicaremos el listado con los componentes de la peña.
Jose Manuel

CRÓNICA 10.10.2009 ("CRÓNICA DE UNA DERROTA ANUNCIADA")

RESULTADO:17-8 (VICTORIA EQUIPO COLOR)

CRÓNICA: en anteriores crónicas he mencionado algunas películas o títulos clásicos, de los que siguen gustando e impresionando a pesar del paso de los años. Al relato de lo acontecido el pasado sábado le va muy bien un auténtico clásico de la literatura hispanoamericana, “Crónica de una muerte anunciada”, donde García Márquez narra que todo el pueblo sabe que alguien va a morir menos el, a la postre, asesinado. Pues bien, así fue, al terminar la primera parte se veía venir que el equipo blanco iba a despeñarse, a sufrir una amarga y cruel derrota sin remedio, y que no había solución, por mucho que lo intentasen. Y el caso es que no empezó mal el partido, igualado como los dos encuentros anteriores, se adelantó el equipo de color pero el empate llegó pronto e incluso los blancos se adelantaron en el marcador. Así anduvimos hasta el empate a 3, un verdadero partido de “toma y daca”, con oportunidades en ambas porterías y con defensas aplicadas. Pero se mascaba algo distinto en el ambiente, los coloreados eran más rápidos, cuando cortaban la pelota salían de modo fulgurante hacia la portería blanca (Tobías insistía en ese problema que tenían los blancos) y se plantaban al menos 3 jugadores en la boca de gol, abriéndose además hacia las bandas y dando pases de gol hacia el centro, donde se fallaban o se metían, pero daba miedo ver con que facilidad se presentaban delante de esa portería blanquecina. Y empezaron a caer goles de un solo lado, el coloreado, los blancos se atascaron en el 3 y surgieron las primeras voces de protesta y disensión blanquecinas ante la que se avecinaba (“Esa boquita...” llegó a decir Jucho, comedido como siempre). En mi cambio coincidí con Miguel Ángel, que ya vaticinaba que, “como nos metáis el 6-3, estamos perdidos”, ni Rappel hubiera estado más acertado... Al descanso, tras 60 minutos de partido, creo recordar que llegamos con un 8-3, “la venganza se sirve fría” me apuntaba un coloreado ante la previsión de lo que iba a ser la segunda parte. Y ni más ni menos, siguió el buen fútbol por parte del equipo de color, sin tampoco querer hacer “sangre” de la debacle blanca (aunque algún “detallito” se marcó Roberto ante Eduardo) y cayeron goles por todos lados y de bella factura (por no mencionar los postes que también hubo). ¡Ah!, se me olvidaba, Jucho se estrenó como goleador en las postrimerías del partido, marcando el gol número 17. Los blancos se quedaron aun más atónitos, por no decir atontados, cuando vieron como una reluciente camiseta negra se introducía entre sus líneas para remachar un buen saque de esquina. El gol fue convenientemente celebrado ante la mirada perdida de los jugadores blancos, que ya sí que no daban crédito a tanto desaguisado. En definitiva, un repaso espectacular, las cosas han quedado claras, para ganarle a los coloreados este año se necesita un equipo blanco a tope, mejor situado que en este último partido y más fuerte en defensa, es la única clave para poder mantener un encuentro equilibrado y con posibilidades de victoria.

INCIDENCIAS: magnífica mañana, con un sol reluciente, que a mediodía ya calentaba lo suyo. No había ningún niño por allí, a veces se echan de menos sus vocecillas (“papá, ¿dónde está la merienda?”, “papá, que no encuentro la pelota”, “papá, que X. me está pegando”, “papá, que me hago kk”..., en fin, cosas de niños que te desconcentran cuando estás inmerso en la lucha por conseguir darle a la pelota un par de veces). Interesante la charla posterior en La Viña, la cerveza afloja la mente y salen a la luz detalles escondidos en lo más profundo de las circunvoluciones cerebrales; así, nos enteramos de que el amigo Jose G., tanto presumir de su pueblo, y resulta que no ha nacido allí, sino a 15 kms., en Orcera, y que sus paisanos sileños se lo echan en cara cuando osa lanzar una opinión sobre su pueblo (recordemos que es Siles o, ya mejor dicho, expueblo de Jose G.). Lo mejor es que a los orcereños se les conoce como “rabudos”, en este punto sí que no podemos afirmar si él cumple y da la talla como sus paisanos orcereños. Dejando tranquilo a Jose G., no puedo olvidarme de Tobías; pensé que el otro día se equivocó y, medio dormido, agarró una camiseta blanca y con ella apareció por el BW. Nada de eso, su contumacia en la traición ya no tiene límites, de nuevo portaba una camiseta blanca pero esta vez recibió una merecida “tunda” futbolística (eso sí, destacable su esfuerzo dado que estaba algo lesionado, o eso creemos por la rodillera de dos palmos de largo que llevaba). Al ser 14, nos fuimos cambiando como buenos colegas, sin mayores problemas. En fin, entretenido el partido a pesar del monólogo coloreado y más entretenida aun la cervecilla posterior.

JUGADORES BLANCOS: Emilio Lora, Joaquín “Guti”, Miguel Ángel, Jose Galdón, Eduardo, Gabi y Tobías.

JUGADORES COLOR: Roberto, Dani, Pepedu, Álvaro, Jucho, Josema y yo mismo (JM-3).

CÓMPUTO TEMPORADA 2009-2010: 2 VICTORIAS COLOR, 2 VICTORIAS BLANCAS.

Jose Manuel.

lunes, 5 de octubre de 2009

CRÓNICA 03.10.2009 ("UN AUTÉNTICO FRONTÓN")

RESULTADO: 9 – 8 (VICTORIA BLANCA)
CRÓNICA: no tengo mucho tiempo para explayarme con esta crónica, así que intentaré resumir lo ocurrido el sábado pasado y si alguien quiere aportar algo más, tiene a su disposición la sección comentarios del blog. El titular pretende reflejar una fase del partido en la que el equipo de color, totalmente obcecado, disparaba una y otra vez sobre la portería blanca y los defensores blancos (que eran todos, encerrados en su área, grandes como torres, con las piernas muy largas y alguna barriguilla más poblada que otra) repelían todos y cada uno de esos intentos de lograr que la pelota entrara. A mí me pareció lo más llamativo y significativo del partido; ese pim pam pum, esos rechaces continuos, demostraban el buen quehacer blanco en defensa que, completado con salidas en tromba hacia el ataque, le dio la ventaja estratégica suficiente para ganar el encuentro. Por otro lado, el equipo de color, obsesionado con las jugadas individuales y los regates a los jugadores blancos, se perdía en esa maraña defensiva y aunque lograba anotar goles (siempre a remolque en el marcador, solo en la fase final se adelantó con un 7-6 que duró poco tiempo) eran más por insistencia y la calidad enorme que atesoran sus jugadores que por buen juego (apenas nos abríamos a las bandas y eso se notó, nos faltaron más pases de la muerte y algo de puntería en las oportunidades que tuvimos). Aun así el equipo de color pudo lograr la victoria de haber sabido mantenerse firme en defensa una vez conseguido adelantarse en el marcador con el reseñado 7-6, pero los blancos impusieron su altura (con un cabezazo de Luis en un saque de esquina, asignatura siempre pendiente, y un par de goles más) y tuvieron algo más de suerte en el final del partido. El 9-7 se redujo a un 9-8 casi en el límite del tiempo pero ya no hubo ocasión de nada más. En definitiva, victoria blanca muy trabajada dentro de un partido igualado, de los que, como afirma el tópico, "hacen afición".
INCIDENCIAS: Primer partido de la temporada jugado en Blanco White, césped en las condiciones ya conocidas (playero total, cuando uno sacude los calcetines y las botas parece que viene del Sáhara) y una sorpresa muy agradable: redes nuevas en las porterías, de forma que ya no caben las dudas cuando la pelotita entra, sobre todo para aquellos que somos más mayores y la vista cansada avanza a pasos agigantados. Calorcillo agradable, en el campo de al lado también han puesto un par de porterías que sirven para que los niños que nos acompañan (esta vez eran 3, Miguel, Javier y JM jr) jueguen mientras sus sufridos padres nos dejamos el sudor y los riñones en la cancha verdosa. Íbamos a ser 14, pero un inoportuno resfriado nos privó de la siempre estimada presencia de Eduardo, con lo cual acabamos siendo 13, correspondiendo los cambios al equipo blanco. De Tobías mejor no hablar, tantos meses preocupándonos de su salud, de su ansiada vuelta, para que al final aparezca vestido de blanco; el equipo coloreado ha tomado buena nota, "Roma no paga traidores"...

BLANCOS: Emilio Lora, Jose Galdón, Fernando, Luis, Tobías, Josema y Gabi.
COLOR: Dani, Álvaro, Pepedu, Roberto, Jucho y yo mismo (2).
CÓMPUTO TEMPORADA 2009-2010 : BLANCOS 2 – COLOR 1.
Jose Manuel.