martes, 29 de enero de 2013

CRÓNICA 26.01.2013 "¡QUÉ PODERÍO COLOREADO!"

RESULTADO: 5- 4 (VICTORIA COLOR)

CRÓNICA: partido potente el de este último sábado. Por un lado, el equipo coloreado con cuatro habituales más el niño del pijama a rayas (Borja, amigo de Álvaro, parecía escapado de un cuento de Peter Pan con su peculiar camiseta-pijama). Por otro lado, el equipo blanco con sus jugadores más clásicos acompañados de un renacido para el fútbol Josema y un “quiero y vengo siempre que puedo” Fran que se sumó a la banda (hablo en términos musicales) blanca para no perderse un ripio de este singular partido. Los coloreados elegimos jugar en desventaja desde los 10 minutos de inicio a petición propia, no tiene mucho sentido un cambio cuando somos 11 y hace frío y siempre queda la posibilidad de equilibrar y compensar los equipos si se estima necesario en la segunda parte.

1ª parte (60 min)

A los pocos minutos ya ganábamos los coloreados, habíamos presentado debidamente nuestros credenciales al respetable equipo blanco. Es decir, rapidez, lucha y tiro a puerta sin pensarlo mucho. Fran despejó uno de los tiros que lancé en estos primeros minutos pero Javi andaba por allí para remachar la jugada empujando el balón lejos del portero blanco, 1-0. Siguió el partido, ya los blancos con uno más, pero no por eso lograron mejorar su juego o marcar su primer gol; al contrario, una combinación coloreada acabó con un pase a JM Fdez que lanzó un disparo seco que se coló por la escuadra derecha de la portería blanca. Era el 2-0. A partir de ahí, con la consigna “organización, organización”, como en el chiste de la orgía, los coloreados nos replegábamos ordenadamente, bajo la batuta de un locuaz JM Fdez que ejercía la labor de entrenador-jugador. Eso dificultaba enormemente los ataques blancos pero, aun así, tenían sus oportunidades, pues claro, aunque Álvaro no tuvo su mejor día ante la portería contraria. El 2-1 llegó en un pase lateral precisamente hacia Álvaro aunque éste no llegó a tocar la pelota; sí lo hizo Javi para cortar el pase pero con tan mala fortuna que el balón tropezó en su pie y se le coló entre las piernas, yendo a parar a nuestra portería. Cosas que pasan, para evitar una ocasión manifiesta de gol resulta que al final nos lo metemos nosotros. Eso sí, al poco tiempo cayó el 3-1 para los coloreados. Nueva jugada colectiva muy rápida, tocamos todos (normal, éramos sólo 4 jugadores de campo) y cuando oía “pégale, pégale” decido, contra todos mis principios y costumbres (normalmente hubiera largado el zambombazo), darle un pase a JM Fdez que estaba solo a mi derecha, él cual cruzó el balón al portero logrando ese nuevo gol.

A partir de ahí parece que los blancos tomaron conciencia de su superioridad numérica, de que pasando y corriendo más mejoraría su buen hacer y de que el fútbol no es exclusivo de los coloreados aunque el balance de esta temporada está tomando ese sesgo. El 3-2 llegó cuando un mal despeje, flojo, por mi parte, le sirvió el balón en bandeja (creo que a Eduardo, no estoy seguro) a un jugador blanco que aprovechó y marcó el gol correspondiente. El 3-3 sí que lo recuerdo perfectamente; saque de esquina para los blancos, algún despeje y el balón que llega a un jugador blanco que lanza un fuerte disparo. Luis desvía “sin querer queriendo” como el chavo del ocho la pelota y Javi, incomprensiblemente, la deja pasar pensando que va fuera cuando iba dentro y bien dentro; a mí, que me pilló de portero, como puede comprenderse, tanto cambio repentino me despistó y balón que acabó en nuestras redes. Los blancos siguieron con su buen camino y, aprovechando una serie de pases que los coloreados no acertamos a cortar con contundencia, se plantaron ante el portero coloreado de turno y lo batieron, 4-3 para ellos (creo que fue Eduardo otra vez, pero tampoco estoy seguro). Con ese marcador nos fuimos al descanso, los blancos contentos, nosotros no tanto; nuestro esfuerzo no había sido baldío pero en cuatro jugadas con claros fallos nuestros los blancos habían conseguido dejarnos atrás en el marcador, qué cosas.

2ª parte (36 min)

Tres minutos, robo de balón en un ataque blanco, Roberto me lanza un pase, corro como un poseso por la banda izquierda, atravieso el medio campo y ante la media salida de Fran, devuelvo el pase a Roberto que, a puerta vacía,introduce el balón para conseguir el 4-4. Así de rápido y efectivo. Del minuto 3 al 36 no pasó nada y sí pasó. Goles desde luego no se consiguieron. En mi turno de 6 minutos como portero fui francamente tratado como si aquello fuera el tiro de pichón o tiro al plato; hice paradas con los pies, con las manos, despejes a tiros a quemarropa y hasta le saqué una a ¡Álvaro! 'cuando se plantaba solo ante mí. En fin, me redimí por completo de todos mis fallos presentes, pasados y futuros en la portería, que conste. Como se ve el equipo blanco nos estuvo avasallando en determinadas fases de esta segunda parte pero no acababan de ver puerta; los coloreados también tuvimos nuestras oportunidades pero el gol estaba caro esta vez.

Y ahora la verdad. Cuando se cumplía el minuto 36 yo estaba pegado al poste defendiendo un saque de esquina en contra. Miré el reloj y ante la tesitura de pitar el final estando encerrados en nuestra propia área, con las consiguientes críticas acerbas, acres, desabridas y ásperas hacia el pobre cronometrador (o sea, yo mismo), decidí no hacerlo hasta que la pelota saliera. Se sacó el corner, la pelota fue a parar al portero y en un contraataque fulminante, el balón llegó a JM Fdez que clavó la pelota nuevamente en el lateral de la portería blanca, 5-4. Es decir, en unos pocos segundos llegó el gol, luego la pregunta “¿cuanto tiempo queda?” y la contestación “pues en realidad, nada”. Entiendo a los pobres árbitros, en mi caso yo sólo llevo el tiempo y, aun así, soporto algunas miradas asesinas que alguno me echa a cuenta del crono...en fin, que eso es lo que pasó. Por lo demás, no sé si por el enojo de perder el partido, porque no quedaba más tiempo o porque no estaba contento por su actuación personal o colectiva, Eduardo se acercó a las gradas que nacen del lateral del campo y, según cuenta, intentó patear algo con tan mala fortuna que se le fue la pierna, las dos piernas, el tronco, la cabeza y todo él grada abajo, desapareciendo de nuestra vista mientras rodaba como un canto dando con sus huesos en la pista de abajo. Afortunadamente no se rompió nada, un arañazo de cierto tamaño en el brazo que se suma a sus múltiples heridas de guerra futboleras. Riéte tú de la caída del Imperio Romano...

INCIDENCIAS/OTROS DATOS: magnífica mañana, con una temperatura excelente para ser enero. Nuestros niños habituales (Andrea, Jesús, Javi, Jose Manuel) más los de Josema. También hubo partido con los más mayores, por un lado Alejandro y Jose Manuel más Luis y por el otro Javi más yo mismo. A pesar del desequilibrio les ganamos 5-3 aunque luego perdimos 10-7 cuando se decidió llegar a diez. En fin, un divertimento más en estas mañanas tan especiales de los sábados, rematada con un par de cervezas (yo más no me tomo) en la Viña. Que todo siga así...
JUGADORES (BLANCOS): Luis, Eduardo, Fernando, Álvaro, Josema y Fran Patricio.
JUGADORES (COLOR): Javi, Borja (amigo Álvaro), Roberto, JM Fdez y yo mismo.
CÓMPUTO TEMPORADA 2012-2013: OCHO victorias color, CUATRO victorias blancas, UN empate, partido especial 30 años.

Jose Manuel

viernes, 25 de enero de 2013

CRÓNICA 19.01.2013 ("AUDACIA Y TEMERIDAD")


RESULTADO: 6-4 (VICTORIA COLOR)

“Nadie en el Tercio sabía
quien era aquel legionario,
tan audaz y temerario
que a la Legión se alistó...”
(“El novio de la muerte”, Legión española)

Así, así, con audacia y temeridad me alisté en el equipo blanco para cumplir con una de mis tradiciones como es jugar 3 ó 4 partidos con una camiseta de ese color (y tengo varias) al cabo del año. La audacia se constata porque me quedé en camiseta imperio con el “fresquito” que hacía mientras me enfundaba la elástica blanca (más que elástica diría acartonada, tiene unos cuantos años). La temeridad se basaba en el análisis del equipo que teníamos enfrente: potente, goleador y rápido. Mi hermano Luis, como no, puso el dedo en la llaga: “Preferiría que se hubiera venido Javi con nosotros...”. Desde luego se ha perdido el respeto al hermano mayor. En fin, de blanco o de color, lo doy todo, mejor o peor. No tendré en cuenta el comentario (tú tampoco lo tengas en cuenta cuando te clave sin querer un codo en el lomo en un futuro próximo).

1ª parte (50 min)

4-1 EN LA PRIMERA PARTE

Fernando goleador con tres tantos en esta primera parte, uno de ellos tras un gran y lejanísimo pase de Luis que Fernando peinó y para adentro. Juanky también marcó, algo que no es habitual en él pero alguna vez tenía que ser. Presión agobiante coloreada, para qué decir otra cosa, dieron unos cuantos postes, algunos directos y otros tras tocar la pelota los porteros blancos de turno (en realidad, eran paradones y los postes los realzaban). Dejar un equipo tan potente como el coloreado así, con un sólo gol durante 50 minutos tiene su mérito. Creo que, viendo las alineaciones, se presuponía que los blancos lo pasaríamos mal y perderíamos, pero la lógica futbolera a priori no tiene por qué cumplirse. Los blancos en esta primera parte hicimos un magnífico partido, en defensa bien ordenados y saliendo al ataque con orden y puntería, aprovechando nuestras virtudes (que son muchas...). Recuerdo la carita de los coloreados, desconcertados ante la ciclogénesis explosiva que les había caído encima, no daban crédito a ir perdiendo 4 a 1 al terminar esta primera parte.

2ª parte (40 min)

El comportamiento coloreado en esta segunda parte fue en plan gota malaya. Poco a poco nos fueron atosigando, buscando enjugar la diferencia de goles. Así fue cayendo alguno aunque espaciado en el tiempo; hemos de reconocer que siguieron dando postes, nosotros también dimos alguno (en particular uno mío que evitó un gol que hubiera disfrutado mucho). Eduardo cayó de mala manera abriéndose por enésima vez la rodilla y enfadándose consigo mismo, con el mundo, con todos, etc, amagando con retirarse aunque al final volvió a sumarse al partido. Jose Galdón también se incorporó e incluso tuvo una buena oportunidad solo ante el portero contrario pero en esta segunda parte se nos negó el gol a todos, él incluido.

Al fin los coloreados lograron el empate a 4 y aun quedaba tiempo por delante. Nosotros también achuchamos, después de ir ganando el empate nos sabía a poco. En esas estábamos cuando un mal pase fue aprovechado por Miguel para, quedando unos míseros 2 minutos, batirme cuando ejercía mis labores de portero. Era el 5-4 coloreado; auténtica tragedia griega para los blancos. Casi todo el partido ganando y, cuando el partido se apagaba, incluso el consuelo del empate se nos esfumaba entre las redes de nuestra portería. Dani nos dio la puntilla cuando el partido boqueaba y allí se acabó el encuentro, 6-4 para los coloreados. Me quedó la sensación del deber cumplido y de la suerte adversa sufrida junto a mis leales compañeros blancos.

“Soy un hombre a quien la suerte
hirió con zarpa de fiera,
soy un novio de la muerte
que va a unirse en lazo fuerte
con tan leal compañera...”

INCIDENCIAS, OTROS DATOS: Visita de Albert lesionado y de Jose Galdón que sí se unió al partido. Ventazo terrible aunque durante el partido amainó para reanudarse con fuerza al terminar y sumarse a un buen chaparrón (daba la impresión de que nos “respetaba” la climatología, ni llovió ni salimos volando durante nuestras carreritas). Luego dejé de pelotear con mi hijo Jose porque una farola amenazaba con desplomarse sobre nosotros, menudos meneos le daba el viento. Otros niños también por allí (Reyes, Ariadna, Adam, Carmencita). Cerveza en Viña guarecidos bajo el techado porque de otro modo era imposible. 

JUGADORES (BLANCOS): Luis, Eduardo, Jose G., Juanky, Fernando y yo mismo
JUGADORES (COLOR): Javi, Jose Jaime, Miguel (amigo Lora), Dani y Manolo Lora.
CÓMPUTO TEMPORADA 2012-2013: SIETE victorias color, CUATRO victorias blancas, un empate, partido especial 30 años.
 
Jose Manuel

domingo, 20 de enero de 2013

CRÓNICA 12.01.2013 ("COPRODUCCIÓN")

RESULTADO: 9-8 (VICTORIA COLOR)
ANOTACIONES PARA UNA CRÓNICA: primer partidito del año 2013 con presencia internacional. Ya casi se está convirtiendo en una tradición; en enero no sólo llegan los Reyes Magos sino que también nos suele visitar Andy desde el otro lado del Atlántico que trae a sus alumnos a Sevilla, escapando de la gélida Indiana. Al igual que el año pasado se sumó al partido junto con su amigo Jordan, aunque éste último sólo se acerca desde Madrid. Esta camaradería hispano-estadounidense me recuerda aquellas coproducciones cinematográficas de los años 1960 y 1970 en las que España ponía Almería, algún secundario y unos cuantos figurantes y extras y los Estados Unidos (e Italia también en los famosos spaguetti-western) la financiación, los actores y directores. Era la versión reducida del Plan Marshall (por cierto, imprescindible la visión de "Bienvenido Mr. Marshall", una de las películas cumbre del cine español). En fin, de esas coproducciones nacieron estrellas como Clint Eastwood, directores como Sergio Leone o las bandas sonoras míticas de Ennio Morricone.

1ª PARTE (60 min)
 
A lo que voy que me distraigo. Dos norteamericanos, uno para cada equipo y ¡¡¡a jugarrrrr!!!. Como no, Javi muy pronto empezó a poner los puntos sobre las íes, uno tras otro marcó tres goles casi seguidos, contando por supuesto con la colaboración del resto de su pedazo de equipo. El "matador del área" no desaprovechó esas oportunidades y el 3-0 ondeaba pronto en el marcador. Creo recordar que Álvaro, con su habitual slalom desde la banda, logró marcar el 3-1, pero funcionó la conexión hispano-norteamericana y Jordan consiguió el 4-1, al que se sumó un nuevo gol de Javi, 5-1. El partido estaba claro, ¿o no? Los blancos se rehicieron, consiguieron un par de goles (ni se os ocurra preguntarme quiénes, mi memoria no da para tanto), 5-3; el instinto goleador de Javi siguió funcionando y logró el 6-3. Nueva reacción blanca hasta lograr el 6-5. A estas alturas del partido Andy ya se había desoxidado un poco e incluso alguna oportunidad tuvo pero creo que estábamos todos bastante concentrados y no concedemos lo más mínimo a los adversarios futbolísticos. Luis consiguió volver a poner distancia en el marcador con un buen tiro, así que terminamos la primera parte con un 7-5 favorable para los coloreados.

2ª PARTE (35 min)   

La segunda parte se planteaba a cara de perro puesto que el marcador era ajustado. Los blancos, plenamente concentrados y yendo a por todas, golpearon primero y el 7-6, bastante peligroso, le daba un plus de emoción al partido que no se podía prever al principio de la primera parte con aquel 5-1. Pero por allí andaba Luis y estuvo listo; aprovechó un rechace para meter la cabeza (y los Muñoz Baca de eso tenemos de sobra) y conseguir el 8-6 tranquilizador para los coloreados. Eso pensábamos hasta que me tocó el turno de portero. Eduardo me largó un tiro salvaje tipo Cristiano Ronaldo, de esos que hacen extraños en el aire, y entre el punterazo y mi forma poco ortodoxa de intentar pararlo el balón entró, 8-7. Unos minutos después Josema, contando con la suerte del recién llegado, disparó y tras dos rebotes el balón volvió a entrar en mi malhadada portería logrando el empate a 8. Parecía que los coloreados íbamos de cabeza a la perdición en un partido que todo el tiempo habíamos tenido en plena franquía. Sin embargo, tirando de esfuerzo y calidad suprema, una buena jugada coloreada, con distintos pases, acabó en una asistencia (como se dice ahora copiando el baloncesto) final a Roberto que, viendo el hueco, lanzó la pelota pegada al palo más lejano, batiendo al portero blanco de turno, 9-8. Gritos de gol, alegría y poco más; en el tiempo que quedaba los blancos dispusieron de algunas ocasiones para batir al quíntuple goleador de la mañana (Javi que, cual Clint Eastwood, había exhibido la máxima puntería) pero la defensa desbarató esas ocasiones o Javi, siguiendo su buen hacer, paró lo que debía. En definitiva, buen partido, emocionante, todos disfrutamos y echamos un magnífico rato, de esos que merecen la pena.

INCIDENCIAS/OTROS DATOS: como hemos comentado presencia estadounidense (Andy y su amigo Jordan). También anduvieron por la Viña y charlamos un rato sobre su país y el nuestro. Javi le regaló a Andy una de sus camisetas conmemorativas de los 30 años; al fin y al cabo, Andy también forma parte de esa pequeña historia. Algunos niños como siempre (Ariadna, Adam, Carmen, Javi, Jose Manuel y los dos de Roberto), a los que se sumaron los de Josema. Luego eché un partidito contra el mayor de Josema y el mío; conmigo estaba mi sobrino Javi. Perdimos 5-4 pero no creáis, que fue bastante disputado y tuvo su emoción. El día era fresquito pero con un sol radiante, de esos soles sevillanos que acaban calentando en pleno invierno.
JUGADORES BLANCOS: Eduardo, Jose G., Fernando, Juanky, Álvaro, Andy, Josema (parte final del partido).
JUGADORES COLOR: Albert, Luis, Javi, Roberto, Jordan y yo mismo.
CÓMPUTO TEMPORADA 2012-2013: SEIS victorias color, CUATRO victorias blancas, un empate, partido especial 30 años.
Jose Manuel

viernes, 4 de enero de 2013

SOBREVIVIENDO AL MOLLETE (SUBBÉTICA CORDOBESA, 29.12.2012)

Sábado, 29 de diciembre de 2012. Días antes mi hermano Javi me había comentado que se iba a la Subbética ese día para, con sus colegas de la Peña el Mollete, realizar su tradicional travesía ciclista de invierno por esos lares. Este año incluían una novedad: una ruta a pie por los mismos parajes para un grupete escindido del pelotón. Inmediatamente consulté su blog y comprobé que la ruta era muy atractiva, por unos lugares que, salvo la tradicional visita a Zuheros y su Cueva de los Murciélagos, desconocía. El ponor, las chorreras, el poldje, la nava, el Cañón del Bailón, la estación de Cabra, todo sonaba bien. Como yo tenía muchas ganas de caminar por el campo me apunté ipso facto y gracias a la hospitalidad y amabilidad de los "molleteros" fui inmediatamente aceptado para formar parte de la expedición de la Peña más añadido (yo mismo) para surcar esos parajes. 

7:30h. Bien abrigadito, me recoge Javi en Sevilla y partimos para Cabra. 5, 4, 3, 2, 1, el termómetro era una cuenta atrás, 0, -1, -1,5º, los campos escarchados, qué frío. Llegada a la Estación de Cabra en la Vía Verde sobre las 9:20 h y primeras presentaciones de los compañeros ciclistas y senderistas de la Peña. Tradicional desayuno (menuda tostada de aceite y tomate me metí entre pecho y espalda, descomunal) e inicio de la ruta para los dos grupos.
ERMITA VIRGEN DE LA SIERRA, CABRA
10:15h. Junto con Salva (todavía no me atrevo a llamarle el Sr. Obispo...), Miguel Juan y Paco (creo que hay otros Pacos en la Peña, en este caso es el Paco de los duathlones) comencé a andar, regulando los bastones (era la primera vez que los usaba y vaya si lo hice). Tenía que haber pedido antes los Curriculum de mis compañeros de fatigas porque si lo llego a saber...a unos cuantos metros de la Estación egabrense nos salimos de la Vía Verde y enfilamos el camino de subida a la Ermita de la Virgen de la Sierra (camino de Góngora se llama, internet dixit). Al principio era una subida aceptable, luego aquello se iba empinando y, por último, el sudor me empapaba, el esfuerzo era grande, la tostada con el puñetero colacao iba haciendo la ola en mi estómago, sudaba como en un baño turco...y la ermita allá en lo alto, inaccesible, aun lejos, muy lejos. Desde luego no me imagino a Góngora ni subiendo en un burro por allí y andando ni te cuento. Mis compañeros de excursión, como si nada, a su ritmo. Creo que Salva, haciendo honor a su apelativo, se apiadó de mí y propuso una parada para "quitarnos ropa y ver el paisaje que quedaba a nuestra espalda". Fuera chaquetón y gorro de lana. Reanudamos la marcha, Miguel Juan se hinchaba de hacer fotos, yo no hice ni una y me acogotaba porque a lo lejos veía el camino y no daba crédito; tras una verja, había una pendiente (creo que era la del 23% que me había comentado Javi) sin descanso ninguno y además larga, nada de repechito. Ya metidos en la pendiente me iba quedando atrás, aguantando como podía el ritmo infernal de mis compañeros, adelantamos a tres chavales ciclistas que habían tenido que poner pie a tierra (luego me enteré que Javi había subido "aquello" sin ni siquiera usar el piñón más grande), yo usaba los bastones como si escalara el Everest, clavándolos y apoyándome en ellos para impulsarme hacia arriba. Lo logré. Salva hablaba de yeguas y caballos de una finca próxima, inasequible al desaliento. A la izquierda, aun más alta, estaba la ermita de la Virgen de la Sierra. En casa consulté el desnivel, igual me equivoco, pero desde la estación hasta el punto más alto que llegamos fueron unos 650 m en unos 4,5 km, fuertecito...
VISTAS DESDE EL CENTRO DE ANDALUCÍA

11:25h. La vista era magnífica. Salva iba desgranando las cimas que veíamos (la Tiñosa, la Maroma) y al fondo Sierra Nevada refulgía con la nieve de sus cimas, perfectamente identificables (Caballo, Veleta, Mulhacén, Alcazaba, Cerro de Vacares, etc). Saqué mi móvil para hacer algunas fotos y, en cuanto me descuidé deleitándome con las vistas, mis compañeros me sacaban ya 100 metros, ¡adelante, adelante! parecía su lema. Era lo lógico, nos quedaba aun mucho camino con un horario que cumplir. Esta vez bajábamos camino de la Nava, lugar espectacular rodeado de cimas, un valle donde se acumula el agua, encharcado y llano. 
LOS MARCHADORES EN ACCIÓN

Durante un buen rato seguí haciendo la "goma" con el triunvirato de senderistas, llevaban una marcha que parecía rememorar la retirada alemana de Rusia tras Stalingrado. Por supuesto adelantamos a otros senderistas, recordaba el consejo "en la montaña hay que hidratarse continuamente" pero yo no les veía beber agua (y yo con litro y medio en la mochila, bebiendo en plan clandestino). Eso sí, el aire era puro, no se oía nada y, aunque había nubes amenazadoras, no se preveía el uso de chubasqueros. 


PONOR, SUMIDERO O "BUJERO"
El famoso ponor, sumidero o "bujero" estaba cerca. "Po no" lo íbamos a ver. A la altura donde debíamos desviarnos estaba aparcado un todoterreno de la Junta, con un guarda. En tono amistoso nos informó que el ponor se encontraba en terreno privado y que además estaban haciendo una batida para cazar jabalíes, así que nos "desaconsejaba" su visita, era mejor que siguiéramos adelante para ver las chorreras. Como somos gente de bien y pacífica no quisimos enarbolar derechos de paso ni historias, aunque estaba claro el contubernio del guarda con los cortijeros de turno. Pues, ¡hala! toma foto, los ciclistas del Mollete fueron por otro lado y dejaron testimonio gráfico de cómo la tierra se tragaba el riachuelo.
CUANDO DIGO LO DEL FRÍO...
CHORRERA Nº 1
CHORRERA Nº 2

12:30h. ¡Izquierda, izquierda...izquierda, derecha, izquierda! Con el soniquete de marcha militar para marcar el paso conseguía mantenerme cerca del grupo de cabeza (o sea, los otros tres) hasta que nos detuvimos para contemplar un riachuelo con las orillas heladas. Hacía frío, daba gracias a mi chaquetón y gorro de lana por acompañarme desde que coronamos la cuestecilla de la ermita. Me daba la sensación de que dejábamos la nava atrás, lo que nos quedaba por delante parecía más abrupto. Inmediatamente giramos y nos encaminamos hacia las chorreras, sorprendente salto de agua (bueno, eran dos aunque circulan leyendas de que son tres pero ni Salva ha encontrado la última) que sólo "funcionan" cuando ha llovido. "Pues según me cuentan lo suyo es verlas lloviendo" afirmaba nuestro inestimable guía; como escarpias se me pusieron los pelos de pensar que, además de "arrecío" y "helado", lo suyo para ver las chorreras en su esplendor era ir pues eso, chorreando. El paraje merecía la pena, esa es la verdad; rodeado de encinas y bosque bajo, ver esas dos cascadas de agua relajaba y te forzaba a agradecer que nadie hubiera tocado más de la cuenta un lugar como aquél.
ESCONDIDOS EN LA CHORRERA Nº 2
Nos tomamos nuestro tiempo para tomar algunas fotos, yo bebí agua (sacar las almendritas y las nueces ni me lo planteé) y al poco tiempo reemprendimos la marcha. Atravesamos el bosquecillo, dimos nuevamente con el sendero y comenzaron las llamadas. "¿Por dónde andáis?" me preguntaba Javi. "A bueno has ido tú a preguntarle" pensé. "Creo que ya mismo enfilamos el cañón del Bailón" me parece que le contesté mientras se entrecortaba la voz. En fin, tardamos aun un buen rato en llegar al cañón, tras pasar una zona de barro pegajoso que convertía nuestro calzado en botas de buzo. Más o menos se intuía el desfiladero, verdaderamente formidable, con las rapaces y supongo que algún buitre revoloteando, húmedo y frío, con el lecho del río helado en su primera parte, con un sendero estrecho y resbaladizo, con zonas cubiertas a veces con vegetación de los árboles circundantes. "Pues por aquí ha bajado tu hermano Javi en bici" afirmaban aun asombrados mis compañeros de caminata; "valor tiene", pensé. Lo cierto es que el camino era precioso, con esas altas paredes delimitándolo y el agua clara del río formando pozas. Pasamos distintas cuevas, la más conocida la del fraile, con escaladores agarrados a las paredes. "Diez minutos, llegamos en diez minutos" escuché a algún compañero que contestaba a alguna de las insistentes llamadas del resto de la peña. Ni volando hubiéramos tardado 10 minutos. 

14:45h. Zuheros asomaba, mi móvil ya no me permitía hacer fotos y le pregunto a Salva, "¿Dónde tienes el coche?". "Ah, en Doña Mencía, a unos 4 km". Glub, arreando que es gerundio. Terminó el cañón del Bailón y enlazamos con la Vía Verde a los pies de Zuheros, enfilando hacia la estación de Dª Mencía. Las vías verdes normalmente no tienen apenas pendiente por aquello de que se construyeron para el paso del ferrocarril; pues bien, yo juraría que el tramo entre Zuheros y Doña Mencía incumple ese máximo de pendiente y algún grado más le habían metido porque era una auténtica cuesta arriba, al que sumar el martirio de una ampolla en un talón (y mira que he hecho kms con estos zapatos de trekking) y el calor del ahora dichoso chaquetón. Pero llegué, alguna carrerilla me eché para que el grupeto no se me distanciara mucho. Allí estaba la estación de Doña Mencía, más o menos 20-22km desde la salida; eso sí, el horario no lo habíamos cumplido, las 15:30 creo recordar que eran. Cerveza hiperrápida y para los Pelaos, que el resto de la peña estaba desesperada y desfallecida esperando la vuelta de los marchadores.

La comida fue muy agradable, perfecta si no tratas de seguir ninguna dieta absurda de esas que pululan por ahí. Hacia tiempo que no comía chorizo, morcilla y lomo de orza en una misma sentada, acompañada del flamenquín, también "ligerito". La cerveza y el chupito ayudaron a trasegar la comida. La vuelta hasta Sevilla bien, auténticamente derrotado y dolorido pero contento de haber disfrutado de un día como éste en buena compañía.

Por último, sólo me queda agradecer a la Peña el Mollete el magnífico trato que me dispensaron y el que pudiera disfrutar de un agradable rato con un estupendo buen ambiente. Por supuesto, un saludo muy especial a mis tres compañeros de marcha; me encantó el camino y por supuesto que repetiría y espero que haya ocasión de hacerlo.


Jose Manuel.