CRÓNICA: Tras cuatro meses sin jugar al fútbol (el último partido lo jugué el 22 de enero) debido a mis aficiones ciclistas, el partido del sábado 21 de mayo supuso mi reencuentro con el fútbol y los compañeros.
Llegué al Blanco White a las 10 y 10 pensando que iba algo tarde y sin embargo apenas estábamos la mitad de los convocados, hay cosas que no cambian, ni siquiera estaba Eduardo que ¡llegó el último!, esto para mí sí suponía una novedad, aunque me dicen que en los últimos partidos se está convirtiendo en una costumbre. También era la primera vez que coincidía con Julio y Jose, amigos de Manolo, a los que conocía por referencias, no en vano aunque no juegue sí actualizo las clasificaciones de cada jornada. Ambos me parecieron buenos fichajes para los partidos del sábado y espero que poco a poco, si se encuentran a gusto con nosotros, se vayan convirtiendo en habituales. Fran luciendo botines naranja y Pepedu con camiseta nueva, ¡ya era hora!, completaron las novedades que percibí al llegar al terreno de juego.
A las 10 y 25, con el sol apretando ya, empezamos a jugar. El habitual intercambio de jugadas, propio de los inicios de cada partido, se vio cortado pronto con un gol de tiro lejano de Jose para los colorines; seguidamente, tras una jugada de los blancos en la que tuvimos dos ocasiones claras de gol el despeje le llegó a Manolo que se encontraba solo en nuestro campo y no tuvo problemas para, con su habitual maestría, batir al portero. Dos a cero.
No sé si la facilidad con que los de color consiguieron adelantarse en el marcador les hizo confiarse, pero los blancos no nos desanimamos y jugada a jugada fuimos poco a poco creando ocasiones. Curiosamente fue, tras un poste de Julio en nuestra portería cuando Fran, recibiendo un pase de Álvaro hizo un recorte al defensa con la derecha y chutó fuerte y colocado con la izquierda para inaugurar nuestro marcador. Un bonito gol que nos animó a seguir en el empeño.
Otro poste de Julio y alguna que otra jugada de gol sin materializar por parte de los de color, confirmaban que habían cambiado las tornas. Fernando concluyendo una jugada colectiva igualaba el partido y en poco tiempo mi remate favorito, de cabeza, me hizo meter el 3 a 2 tras un saque de banda de Fran. Álvaro remachaba la remontada con un tiro de lejos que con algo de fortuna entraba en la portería. 4 a 2 y final del primer tiempo.
El calor se dejaba notar y después de cincuenta minutos de partido y con un resultado tan reñido, vaticinábamos un partido intenso y agotador, sin embargo todo cambió en 20 segundos, el tiempo suficiente para sacar de centro, coger el balón Álvaro enfilar la portería contraria, regatearse a unos y otros y colocar el balón dentro. La diferencia no era insalvable, ni mucho menos, pero el ritmo de los colorines no era el mismo que el del primer tiempo y este gol les sentó fatal. De hecho Álvaro otra vez, Fernando y yo, de bonita vaselina a ¡Albert!, pusimos el ya casi insuperable 8 a 2 en el marcador. Julio, siempre peligroso y que parecía que se había echado sobre sus hombros la responsabilidad de remontar, metió el tercero de su equipo tras unos 45 minutos de sequía. Respondimos bien con dos goles que nos colocaban en la decena, ellos metieron dos más entre Julio y Albert, 10 a 5 y finalmente, con Eduardo queriendo irse ya (impagable la imagen de su fina estampa con el torso desnudo y la camiseta al hombro gambeteando por el campo), cerramos el marcador con un 12 a 6 que al inicio del partido nunca hubiera imaginado.
INCIDENCIAS: Día de calor, algún niño que otro por los aledaños, visita de Luis y Jose Galdón y escasa presencia en el post partido de la Viña, en donde nos dio mucha alegría ver a uno de los históricos pata negra de los partidos sabatinos, nuestro amigo Jesús, que se acercó por allí a saludarnos (desde que vive en tierras extremeñas se deja ver poco, pero podéis tener noticias suyas en su blog, al que hay un enlace desde el nuestro).
EQUIPO BLANCO: ÁLVARO, EDUARDO, FERNANDO, FRAN, JAVI
EQUIPO DE COLOR: MANOLO, JOSE (amigo Manolo), JULIO, PEPEDU, ALBERT