HIPERCRÓNICA: Según la Real Academia Española de la Lengua, decisión es "la determinación, resolución que se toma o se da en una cosa dudosa". Evidentemente es una simple definición, la palabra en si lleva aparejadas muchos más significados. Nuestra vida la podemos ver como un árbol por el que vamos trepando y cada rama es una decisión; hay ramas que nos permiten continuar cerca del tronco si nuestro objetivo es llegar arriba y no apartarnos de él y nos conducirán a la meta, sea la que sea. Por el contrario, podemos elegir una rama que condicionará de modo inexorable el resto de ramas que podamos elegir, de modo que tendamos a alejarnos de ese tronco si ser conscientes o, aun siéndolos, lo elijamos porque estemos convencidos de que esa rama, esa decisión, es la mejor para nosotros. Hay ramas y ramas, decisiones y decisiones. Algunas veces somos demasiado jóvenes y nos vemos obligados a decidir demasiado pronto, sin conocimiento de causa, siguiendo nuestros instintos porque nuestra experiencia es escasa (elegir estudios, juntarte o no con esos amigos, hacer caso o no de lo que te dicen tus padres, llamar otra vez o no a esa chica que te gusta, etc). Son decisiones que a su vez condicionan el resto de lo que decidas, ya que las siguientes las tomarás sobre la base de lo que te va pasando en función de aquella primera y trascendente decisión; marcan tu vida y el cauce por el que transcurre. Es el libre albedrío tomista o la predestinación calvinista, podemos elegir la opción que más nos guste (personalmente prefiero el libre albedrío, la predestinación es triste, le echas la culpa a tu sino). Y cuando te haces adulto, sigues decidiendo (este trabajo o el otro -bueno, eso era antes de Zapatero, ahora no hay donde elegir-, me mudo de ciudad o no, me caso o junto con ésta o no, tengo hijos o no, etc). Esas decisiones, como decía, condicionan tu vida y una mala decisión inicial acaba por convertir tu vida en un infierno. Volver al tronco es difícil cuando has tomado decisiones inexorables, de esas que te marcan a ti y a los que te rodean. Nadie sabe a priori que ocurrirá antes de elegir algo y por eso es tan importante la sensatez, la cabeza fría y el verlo todo en su contexto; las pasiones te arrastran pero pueden acabar ahogándote en un torrente sin darte cuenta.

Bueno, no he perdido la "chaveta" ni me he vuelto majara ni majarón, como dicen en Cádiz y aledaños. Lo del tronco y ramas lo leí o vi hace poco en la TV pero ha venido a mi mente a raíz de encontrarnos los 12 jugadores en el BW el pasado sábado día 4 de junio de 2011. Hasta 9 vestían de blanco, como una auténtica plaga de langosta (bueno, Emilio siguiendo su tradición se incorporó tarde pero con ese color venía) contra 3 coloreados que veíamos esa marea blanquecina con aprensión pero sin miedo, entre otras cosas porque algunos blancos tendrían que cambiarse...y a ver quién nos tocaba en el reparto. Finalmente, algunos blancos DECIDIERON y se sumaron a nuestro ilusionante y victorioso proyecto, ese que está arrasando esta temporada a base de buen juego y goles, muchos goles. Una decisión sin importancia ni la trascendencia que tienen algunas de las que señalaba arriba, pero que es representativa de las elecciones continuas a las que estamos sometidos. Juanky, Fernando y posteriormente Emilio se integraron en nuestro equipo y doy fe que dieron lo mejor de si mismos, como solemos hacer todos, la verdad.

Píííííí, toque de pito del árbitro imaginario y a los 18 segundos, toma, Eduardo que bate a Juanky. Creo que es récord esta temporada, no creo que sea absoluto en estos casi 30 años, pero ahí estaba el simpar Eduardo para presentar sus credenciales de buitre avispado y atento a los huecos por los que meterse. 1-0 blanco. Vaya, vaya con Eduardito, qué listo ha salido. "Apunta, apunta", me decía alguno, con esa manía que os entra de mirarme para que no pierda control mental de lo que acaece y que consideráis susceptible de engrosar la crónica. Pues nada, apuntado queda, Eduardo inauguró el marcador. Pero ahí quedó la cosa, la maquinaria coloreada empezó a engrasarse, se incorporó Emilio a nuestro equipo (que de 10:00 a 10:20 los sábados debe dedicarse a los menesteres más atractivos porque nunca llega antes de esa hora) y empezó el tiki-taka, los pases medidos y el buen juego (bueeeeno, los blancos también juegan bien, hacen sus jugaditas y demás, pero no fue este sábado). A mí particularmente me tocó empatar el partido (hubo dudas pero el balón había entrado, salió por un agujero de la red pero una vez dentro y bien dentro) y Juanky, incorporado al ataque revoloteó por la portería blanca para remachar un rechace, era el 2-1 para los coloreados. Los blancos por supuesto que no se conformaban pero no marcaban de jugada y les costaba llegar; tuvo que ser Andy, que entre su altura y su salto majestuoso cual águila norteamericana de cabeza blanca (de esa que forma parte del símbolo de los EEUU) remató de cabeza un saque de esquina para empatar, 2-2. Andy, eres mejor que muchos de tus compatriotas que jugaron el otro día contra España, vaya pandilla de nenazas, se nota que no tienen tan buenos maestros como tú


Tras los 60 minutos de la primera parte tocaba disputar los 36 de la segunda. Particularmente había fallado algunas jugadas (deben ser mis zapatillas nuevas...o peor, mi pérdida lógica de facultades, que para eso tengo una edad) y Emilio me comentó que andaba espesillo en mi juego. En fin, creo que el comentario me sirvió de acicate y nada más iniciar la segunda parte, tras una buena jugada coloreada, me tocó marcar el 7-3 a la media vuelta, batiendo a ....Tobías. 7-4, 7-5 Álvaro y Eduardo se encargaron, como en otros muchos partidos, de demostrar que los blancos estaban muy, pero que muy vivos, que el fútbol también les debe muchos días de gloria y los que aun les quedan. Volvió la emoción al marcador, los blancos revoloteaban cerca pero era difícil batirnos, estábamos convencidos de la victoria. Una buena jugada coloreada por la banda derecha acabó con un magnífico centro de Pepedu y remate del que esto escribe para remachar el partido, 8-5. Y ya en el último suspiro, con Eduardo amagando con una nueva "espantá", Jose Jaime se encargó de marcar el 9-5 definitivo para los coloreados. En definitiva, bonito partido, con blancos habituales transformados en excelentes jugadores coloreados (Emilio, Fernando) y con unos jugadores blancos peleones como siempre pero que esta temporada chocan una y otra vez con un equipo coloreado fuerte y con mucho acierto ante la portería contraria. Ya veremos que pasa el próximo partido...
Por último, nada mejor que un video para ilustrar lo que el equipo coloreado le ha vuelto a hacer por enésima vez al equipo blanco ("Hot stuff", Donna Summer, versión Full Monty). Hasta la próxima...
JUGADORES BLANCOS: Tobías, Álvaro, Miguel Ángel, Eduardo, Andy y Fran Patricio.
JUGADORES COLOR: Jose Jaime, Fernando, Juanky, Emilio, Pepedu y yo mismo (JM-3).
CÓMPUTO TEMPORADA 2010-2011: 18 VICTORIAS COLOR, 12 VICTORIAS BLANCAS, 2 EMPATES.
Jose Manuel.
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