miércoles, 2 de diciembre de 2009

CRÓNICA 28.11.2009: “EL MILAGRO BLANCO SE LLAMA SAN JAVIER”

RESULTADO: 11-10 (VICTORIA BLANCA)

CRÓNICA: no sé si habrá muchos creyentes entre los blancos, pero si alguno pedía desde hace tiempo un revulsivo les llegó en forma de un excoloreado que obró el milagro de transformar una banda a la deriva en un equipazo liquidador y asesino en el área rival. Hasta 6 goles de todas las facturas nos endosó a los blancos, otro más que se transformó en autogol coloreado y los que le dio al resto de sus compañeros, salvo uno que Jose G. hizo por su cuenta y riesgo. Javi, él solito, nos apabulló y transformó su equipo de adopción en una auténtica apisonadora, encontró un apoyo fundamental en Eduardo, ambos se entendieron de maravilla (esta vez Eduardo no dijo aquello de “soy el último hombre...”) y los dos se convirtieron en una auténtica pesadilla para los coloreados.

Y el caso es que el encuentro empezó por las vías normales, un primer gol blanco (pase larguísimo que, como no, Javi paró en seco con un gesto que dejó parado al portero coloreado y sólo tuvo que empujar el balón dentro) al que el equipo coloreado respondió con tres goles seguidos (uno de ellos, ESPECTACULAR, tirazo desde media distancia que el portero solo acertó a tocar un poco, pegó en el poste derecho rozando la escuadra y entró como una exhalación, aun me recreo...). Lo habitual, dominio coloreado, goles relativamente fáciles y ventaja que ya campeaba en el marcador. Pero ahí se acabó la fiesta coloreada; de repente el equipo blanco empezó a jugar rápido y aprovechando también el desconcierto que suponía para los coloreados jugar con dos hombres que por primera vez lo hacían con nosotros (no nos aclarábamos con las posiciones en el campo, no nos conocíamos y eso se notó, no podíamos jugar de memoria como otras veces) multiplicaba sus oportunidades. Y con tanta oportunidad y un jugador en racha que se esparcía por todas las parcelas del campo, pues fue cuestión de tiempo que subieran goles al marcador. Uno tras otro, hasta llegar a un 6-3 (hat-trick de Javi, comentaba Fran, y se quedaba corto) que se interrumpió tras embarcarse el segundo balón. Tuvimos que parar de modo forzoso, unos 10 minutos de descanso que serenaron los ánimos algo alicaídos del equipo coloreado; no así los de los blanquecinos, exaltados por su exhibición, no daban crédito, se salían de su pellejo y no se cortaban en demostrarlo (¡que os vimos, ehhh, que os vimos, hemos tomado nota...!). Tras recuperar el balón, continuó el partido a un ritmo trepidante, casi no podíamos respirar, una carrera tras otra, sin descanso y sin cuartel. El 6-3 con el que se reanudó la segunda parte se fue reduciendo merced a dos goles coloreados (el 6-5 fue objeto de dura polémica, sigo afirmando que no toqué el balón con la mano, me rebotó en el pecho y a continuación me dio en el hombro, no hice intención alguna de controlar el balón con el brazo ni me lo acomodé, no soy un Henry cualquiera), pero ahí estaban los blancos para, merced a esas combinaciones mortales de necesidad entre Javi y Eduardo, ir manteniendo la distancia. Así transcurrió la segunda parte, los coloreados nos acercábamos en el marcador a dos goles e incluso a uno, pero no pasábamos de ahí. Sin embargo, no desesperamos, poco a poco fuimos encajando las piezas, los nuevos se fueron haciendo a nuestra peculiar forma de entender el fútbol y, a falta de 6 minutos, el marcador reflejaba un 11-10 muy apretado, apretadísimo, cualquier cosa podía pasar. La tuvo Roberto, alguna oportunidad más rozó la portería blanca, pero no fue posible, ne pá posiblé (o como se diga en francés). La última jugada, al límite del tiempo, fue un fiel reflejo de lo que había sido el partido; contraataque blanco comandado por, como no, Javi y Eduardo, ambos al borde del agotamiento, y Pepedu y yo defendiendo nuestra portería con uñas y dientes, evitando un postrer gol que ampliara el marcador a favor de los blanqueados. Éramos la vieja guardia atacando y defendiendo, esa vieja guardia que sostiene sobre sus hombros el peso de la tradición futbolera y que sabe que ha hecho bien su trabajo, la vieja piel del tambor sobre la que se ha escrito el pasado, se apoya el presente y aun tiene mucho que decir y tocar en el incierto futuro, parafraseando lo único destacable del libro de Pérez Reverte.

INCIDENCIAS: temperatura suave, magnífica para corretear por la pradera aurífera que se empapa con nuestro sudor. También había niños aunque no son los habituales de esta temporada (Ariadna, David, Jesús y un sobrino de Fran), estuvieron a lo suyo, aunque creo que Ariadna se aburrió un poco, no estaban sus amiguitos habituales (sobre todo Reyes). Lo de los balones es un expediente X; se embarca uno, a los 10 minutos otro, paramos porque no teníamos más y uno de los implicados en mandar el balón fuera de los límites se acerca (lo de acercarse es un decir, porque es un paseíto considerable). Cuando llega nos devuelve tres balones: uno pinchado (el nuestro habitual, aun llevaba colgando el pincho del rosal que se lo había cargado), otro afortunadamente entero y uno nuevo, algo deshinchado, igual al que tiene mi hijo pero que no era nuestro. En fin, para los que no estabais el otro día, hay que poner un euro (yo soy el recaudador) para comprar una pelota, intentaré ir al Carrefour y comprar uno igual, es auténtica carne de perro y nos dura bastante. Las instalaciones del BW están en franca decadencia: la pista de rugby llena de maleza y arbustos, la otra pista de césped artificial clausurada y sin pinta de que la arreglen, la fuente rota, los vestuarios sin agua caliente y sin apenas presión. Propongo que nos echemos en oración, porque cualquier día les da por cerrar todas las instalaciones por tal de ahorrar en mantenimiento y tendríamos que reanudar nuestra diáspora en busca del campo perdido; si ese día llega, creo que tengo una solución, aunque nos despediríamos del césped artificial, eso sí, y no tendríamos la comodidad del BW.

JUGADORES BLANCOS: Javi, Gabi, Eduardo, Jose G., Emilio Lora y Fran Patricio.
JUGADORES COLOR: Pepedu, Albert, Roberto, Ismael (amigo Pepedu), Jaime (hermano Emilio) y yo mismo (JM-3).
CÓMPUTO TEMPORADA 2009-2010: 7 VICTORIAS COLOR, 4 VICTORIAS BLANCAS.

Jose Manuel.

2 comentarios:

Jucho (correo) dijo...

Apoyo la idea de Jose, eso de unirnos en oración, sobre todo estando en tiempo de Adviento, tiempo muy propicio para dedicarnos, en vista a la Navidad (ni fiestas de invierno ni leches, NAVIDAD NAVIDAD) a prepararnos para el nacimiento de Jesús. Y no me refiero al nuevo niño de Robert, sino al que todos conocéis y a quien tanto os conoce y os quiere.
He dicho.
Navidad, Navidad, dulce Navidad....
(decía San Pablo que la predicación tenía que ser a tiempo y destiempo, en todo momento es válida...así que voy metiendo la cuñita por si acaso..)
Sed buenos.

Jose Manuel dijo...

Bueno Jucho, no quiero desilusionarte, mis motivos para entonar oraciones son más bien materiales, es decir, que nos dejen la pista como está, igual que en el chiste del que va a Lourdes en silla de ruedas y empieza a rodar pendiente abajo y lo único que se le ocurre al hombre es decir "Virgencita, Virgencita, que me quede como estoy...". En fin, seamos todos buenos y que ore el que así lo decida. Eso es todo, amigos.