martes, 16 de marzo de 2010

CRÓNICA 13.03.2010 ("LAS GUERRAS DE NUESTROS ANTEPASADOS")



RESULTADO: 8-5 (VICTORIA BLANCA)

CRÓNICA: No os asustéis por el título, nuestros partidos no se han convertido en ningún acontecimiento bélico (bueno, en algún momento nos ponemos tensos y alguna salida de tono puede haber, pero todo desaparece cuando pitamos el final, ¿o no?). Sí es cierto que el fútbol, tanto en los ámbitos nacionales como internacionales, se muestra como un sucedáneo en el que se juega el orgullo local o nacional de modo indirecto, sin mayores consecuencias afortunadamente, librándonos de ese modo de "las guerras de nuestros antepasados", bendito sea. Así, una torre solitaria en el páramo nos hace rememorar "viejas historias de Castilla la Vieja", nos llama la atención su estética pero no caemos en la cuenta de lo que suponía ese lugar en otras épocas. Disquisiciones aparte, jugamos para divertirnos y disfrutar y aprovechar esta época que también tiene sus problemas pero en la que, al menos, llevamos algunas generaciones sin conocer lo absurdo de las guerras. En fin, vamos a lo que importa, nuestro partidito sabatino mañanero.
Catorce excelentes jugadores nos dimos cita en el BW Arena Stadium, tradicional reparto de equipos según la camiseta que llevaba cada uno (Luis se puso la azul y se vino para el equipo coloreado, había sobreabundancia blanca), se estableció el habitual ritmo de cambios cada 5 minutos y a empezar. A la media hora, campeaba un 1-1 que demostraba el equilibrado encuentro que se estaba celebrando. A un primer gol blanqueado en el que la defensa coloreada estuvo algo lenta y no cortó el último regate de Álvaro antes de disparar sucedió una buena respuesta del equipo de color (creo recordar que Dani remató una jugada personal). A pesar de esa igualdad, los coloreados no estábamos cómodos en el campo, no sé si fueron los cambios que nos afectaban más que a los blancos, el buen posicionamiento de los jugadores blancos, la falta de presión arriba (esperábamos al equipo blanco en nuestro propio campo, un error), pero el caso es que no enlazábamos de un modo fluido y así es difícil engarzar jugadas de peligro.
Teniendo en cuenta esos antecedentes, llegaron el 2-1 y el 3-1 blancos. A pesar de la aplicada defensa coloreada y de que estábamos atentos, nos hicieron dos goles que sembraron la desconfianza entre nosotros. Nos rehicimos y atacamos, aunque sin el orden debido a veces, pero aun así llegábamos bien e incluso recuerdo, por lo que me toca, una buena jugada con pase muy largo y tiro sobre la carrera al poste, con las consabidas exclamaciones de disgusto por mi parte, no reflejables ahora mismo... Albert logró marcar el 3-2 de un buen cabezazo pegado al larguero, ahí estábamos, dispuestos a empatar. Pero no, no fue así, los blancos marcaron el 4-2 y 5-2. Uno de los goles con entrada por la banda y tiro cruzado en el que el portero creo que podía haber hecho mucho más (me incluyo entre los que podríamos hacer mucho más como porteros) y, para colmo, un gol en propia puerta tras pararla el portero y rebotar en un defensa coloreado. Un desastre.

Luego vino lo del penalti no penalti. A ver, a mí que me lo expliquen. Si un delantero coloreado se acerca para rematar un saque de esquina, va a por el balón y de pronto aparece en el suelo porque alguien le ha dado en la pierna y ha caído y resulta que un jugador blanqueado reconoce que le ha dado (aunque sin querer y sin saber muy bien cómo, pero le ha dado) y evitado un remate, para mi entender eso es penalti (y para el entender de otros jugadores, alguno blanco incluido). Pues no, resulta que no, se coloca el balón en el punto de penalti, me pongo al lado para lanzarlo y espero pacientemente a que se acalle la discusión sobre si era o no (de acuerdo con que Fernando no tenía intención de cometer la falta pero esta existió y era francamente sancionable). Y aquí viene lo increíble, Jose G. (que debe tener patente de corso) no estaba de acuerdo y le da a la pelota, la echa fuera y se acabó la discusión, no se lanza penalti alguno y todos nos callamos y a seguir. Pues vale, me parece muy bien, pero esa no es la forma de acabar una discusión sobre una falta y, esto va para mi equipo coloreado, si agachamos la cabeza, amedrentados y achantados, y seguimos tan campantes dejando que sean los criterios ajenos los que determinen lo que se pita o no, aviados vamos. Solo faltó que, por pedir un simple penalty, nos acusaran gritando "el hereje", "el hereje", por salirnos de la senda marcada por el pensamiento único de la blanquisición y nos arrastraran camino de la pira para quemarnos y acabar con la disidencia.

Ese detalle no fue óbice para que siguiéramos luchando (todos, tanto blancos como coloreados) y éstos últimos nos acercáramos en el marcador (creo recordar que nuevo gol de Albert de fuerte tiro). Sin embargo, cayeron el 6-3 y 7-3. El sexto gol fue un regalo coloreado en forma de cesión corta que fue bien aprovechada por los blanqueados, quedándosenos la misma cara que a “los santos inocentes”.

El séptimo fue otro tirito con la punterita de Gabi. Si es que entraba de todo. Ese 7-3 he de reconocer que nos dolió. Javi y yo nos intercambiamos un par de frases, entre ellas nos dijimos que no éramos tan malos como parecía y, a continuación, sacamos de centro, el que esto escribe regatea a un contrario, Javi entra por el centro, le pasa el balón, se escora para la derecha y larga un buen tiro que entra por la escuadra. En apenas 10 segundos el marcador pasaba a 7-4. A partir de ese momento, encorajinado, enrabietado y espoleado por ese gol, el equipo coloreado efectúa un tremendo asedio sobre la portería blanca. Hasta 5 saques de esquina consecutivos en una misma jugada, rematados con cabezazos varios, uno al poste, otros parados por el portero o rechazados por la defensa. Recuerdo uno de Javi, espectacular, cayendo, a media altura y girando el cuello, creo que fue al poste, mala suerte. Fuerza, honor, coraje, bravura, no hay palabras para definir esta fase del partido, los coloreados íbamos a por todas, echándole casta y muchas ganas. En honor a la verdad, también debo reflejar que los blancos lucharon con tesón y defendieron su portería como auténtico gato panza arriba. Se respiraba una tensión tremenda como la que vivían los cazadores de "las ratas" de agua en algunos riachuelos castellanos, eso sí, aquí no se desataba ninguna tragedia, la única que nos puede pasar es lesionarnos. Así llegó el 7-5; Luis, con la caña, como me dijo posteriormente, larga un buen disparo que se cuela en la portería blanca.
Aun quedaba algo de tiempo, pero ya nos había salido “la hoja roja”, 5 minutos para terminar el encuentro. Con el tiempo casi agotado, en un esfuerzo agónico, pese a no jugar bien, los coloreados seguíamos intentándolo. Particularmente me tocó el cambio y ya estaba fuera del césped. Mi mirada se perdió entonces en el horizonte infinito, observé la silueta de algunos barcos recortándose en la llanura aluvial del Guadalquivir, no habíamos encontrado “el camino” para ganar este partido y el tiempo se nos iba. El premio lo encontró el equipo blanco que, merced a un último gol de Emilio (tuve que preguntar quién había marcado, ya no miraba el terreno de juego), dejó el marcador en el definitivo 8-5.


INCIDENCIAS: 100 minutos de partido más el añadido con los niños, casi llegamos a alcanzar a Carmen en sus “cinco horas con Mario”. Esta vez sí nos rodeaban 5 niños (Javi, Ariadna, Reyes, Jose Manuel y Miguel), repartieron su tiempo entre la tienda de campaña que les monta Albert, el desayuno y diversos paseos por los aledaños, comprobando, eso sí, que "la sombra del ciprés es alargada" pero que a ellos no les llegaba, el sol era inclemente aunque la temperatura era muy agradable. Después jugamos un partidito con los niños (las niñas no participan porque no quieren, que conste), 40 minutos correteando de nuevo por el BW Stadium, 10-5, me piden que amplíe su espacio en la crónica, será por pedir...El agua caliente ha vuelto al BW y parece que para quedarse, según me contaba el encargado (es que encima hago de relaciones públicas con él, si es que lo mío no está pagado). Por cierto, nos siguen “por esos mundos”, en el blog han entrado, aunque sea un momento, algún australiano y canadiense despistados, los argentinos son los más forofos y más fieles seguidores. Por último, al hilo de la clasificación de jugadores, sólo me queda añadir que en la clasificación algún día caerá Álvaro como “el príncipe destronado”, cuando se incorpore gente más joven y los ya mayores nos vayamos retirando a descansar (nada de descanso eterno, ¡eh!, hablo de pasarnos a otras actividades deportivas menos bruscas y traumáticas). Esta crónica, como veis, es un pequeño homenaje a un buen escritor (Miguel Delibes) que sí ha pasado al descanso eterno y que ha dejado su huella al menos en mi casa donde hay 10 libros suyos.

JUGADORES BLANCOS: Eduardo, Fernando, Gabi, Jose G., Miguel Ángel, Emilio Lora y Álvaro.
JUGADORES COLOR: Luis, Javi, Albert, Pepedu, Dani Gaume, Joaquín Torreblanca y yo mismo.

CÓMPUTO TEMPORADA 2009-2010: 10 VICTORIAS COLOR, 10 VICTORIAS BLANCAS, 1 EMPATE.

Jose Manuel.

6 comentarios:

guti dijo...

No os preocupeis equipo de color que juego la proxima semana y volveries a cantar victoria
Por cierto Jose no encuentro las fotos del partido

Javi dijo...

Joaquín, finalmente no se hicieron las fotos prometidas. Parece que Jose estaba demasiado concentrado en el partido, lo cierto es que no nos acordamos ninguno hasta que estuvimos en la Viña y allí sí que hizo algunas, entre ellas a Juan para que también quede inmortalizado aunque sea como vieja gloria.
Sobre la crónica Jose, ha sido muy acertada y además me ha gustado mucho el homenaje a Delibes aunque te has olvidado de uno muy divertido: "Cartas de un sexagenario voluptuoso" que bien podrías haberlo incluido cuando te refieres a cuando seamos mayores. No me importaría retirarme del fútbol con la actitud del protagonista de esa novela.

Jose G. (correo) dijo...

En ningún momento tiro la pelota fuera en la discusión del penalti. Joaquín Torreblanca pitó penalti en voz alta en el momento que vió a Luis en el suelo sin saber lo que había pasado, de la misma forma que pita corner a su favor siempre que sale el balón fuera sin saber quién le ha dado a la pelota, es una costumbre que tiene,buena o mala, pero que suele caer siempre en oidos sordos, excepto en este caso, en el que raudos y veloces los miembros del equipo coloreado pusieron el balón en el punto fatídico. En ese momento los implicados en la acción reconocen que hubo un choque involuntario en la disputa del balón, que acabó con ambos en el suelo (Jugada dudosa como mucho, en la que Luis no se aclara). Para próximos partidos propongo la siguientes reglas.
1º El jugador que cree que ha sido objeto de una falta la pita
2º Para que se saque la falta el jugador que presuntamente ha cometido la falta debe reconocerla
3º Si el jugador que parece que ha cometido la falta no lo reconoce se preguntará al resto de su equipo y si cualquiera jugador lo reconoce, se saca la falta.. Puede haber un cabezón o dos pero no cinco o seis, además creo que todos somos unos caballeros dignos de pertener al mejor club social.

Roberto (correo) dijo...

Si lo hizo Jose G., evidentemente no tiene tiene razón.

Emilio L. (correo) dijo...

Primero decir que no vi la jugada conflictiva, ya que me dirigía a buscar un balón embarcado.
Pero estoy completamente de acuerdo en el resto de cosas que comenta Jose G.. De hecho sabemos que a veces se produce alguna de las premisas que indica, con mosqueo de un jugador con compañeros de su equipo por no sentirse respaldado o apoyado, al ver/no ver éstos la jugada de la misma manera. Que conste que todos cometemos errores, pero no creo que nadie actúe con maldad. Quiero decir que tenemos visiones distintas de las mismas cosas pero, como dice Jose B. todo se queda en el campo.

Luis dijo...

Desde luego que en este blog hay nivel.....