RESULTADO: 7-4 (victoria sevillista)
CRÓNICA DESDE EL BW STADIUM: a veces resulta difícil relatar lo ocurrido en uno de nuestros partidos y que todos nos veamos reflejados en el texto donde se resumen nuestras andanzas de los sábados. Este es uno de esos días en los que me cuesta arrancar y narrar, siempre desde mi subjetivo punto de vista, la intensidad de lo vivido en este partido un tanto especial; la singularidad de este encuentro no radica tanto en la "representación" de dos equipos antagónicos desde su creación (creo que estamos muy por encima de eso) como en la sensación de que no nos quedan muchos partidos como éste. No es pesimismo sino constatación viendo las lesiones, caídas y retiradas anunciadas (Roberto acaba de comunicar que cuelga las botas porque no está dispuesto a soportar más lesiones musculares) y pensando en la cantidad de gente que ni juega ni jugará más, por razones diversas. En fin, apartemos esa idea que de vez en cuando me hace cavilar y disfrutemos mientras podamos, así que vamos a contar lo que sucedió en este sábado frío en lo climatológico pero muy caliente en lo futbolístico. Para empezar las fotos:
2º retrato de familia (búsquense las diferencias con el anterior) |
Magnífica acogida la que tuvo la idea expresada por Manolo de organizar un Sevilla-Betis por dos razones: primero, porque servía para romper la tónica de los últimos enfrentamientos ya un tanto repetitivos y segundo, porque le daría un colorido y un toque especial al partido, además de servir de "mezcla" de jugadores. Durante la semana cada uno indicó su elección y alguno nos reservamos la decisión hasta llegar al campo, en función de la abundancia de jugadores de cada equipo. Más camisetas verdes béticas que nunca, incluso una blanquiverde, la primera "equipación" portada por Pepedu. Los Lora con sus camisetas, por supuesto sevillistas; incluso Jose Jaime, viendo que jugaría de su equipo, me ofreció una, pero hasta ahí podía llegar. Decliné amablemente el ofrecimiento, corría el peligro de que alguien me hiciera una foto y que esa imagen me persiguiera por internet, que la huella tecnológica es alargada.
1ª parte (60')
Y empezó el partido. Acogotante. Enfrente el equipo "bético" mostraba una seriedad, un orden y una coordinación que asombraba. Dominaba su campo, cortaba cualquier atisbo de ataque sevillista y salía jugando la pelota para intentar alcanzar de modo directo la portería sevillista. Pana se multiplicaba y, descargando en las bandas, Luis y Pepedu, acompañados por Juanky y Albert, trazaban pases para buscar el gol mientras Dani cerraba con candado el pase hacia su portería. A los sevillistas nos costaba horrores trenzar jugadas, estábamos "empanados" como diría mi hijo, ni encontrábamos hueco ni lográbamos posiciones buenas de disparo. Esa media hora inicial fue bética, sin duda. Un tiro creo que de Juanky fue cazado en su trayectoria por Albert que lo desvió lo suficiente para lograr el 1-0 bético. El único espectador que "disfrutaba" del encuentro, Juan, supongo que se preguntaba cómo se le había ocurrido ir para ver cómo su equipo las pasaba canutas ante aquellos tíos bien parapetados y con las ideas muy claras. Así llegó el 2-0 bético; el balón lo recibió Pana que, bastante escorado y con poco ángulo, lanzó un zambombazo con la derecha que se coló como un misil en la portería sevillista, imparable y golazo.
A esas alturas del partido, una media hora, pensaba que ese ritmo no podrían aguantarlo mucho más tiempo y que, tarde o temprano, los blanco-sevillistas romperíamos esa defensa bética típica de los Tercios aunque todo te hace dudar y hasta lo veía más negro de la cuenta. Me vino a la mente la frase que en "El oro del Rey" le dice Quevedo a Alatriste cuando le encarga el asalto a un barco holandés: "Habrá que matar y puede que mucho". En este caso, como dice el título, pensé "Habrá que correr y...mucho" para derrotar a estas auténticas fieras del balón.
No recuerdo si fue en este momento cuando Roberto se rompió; iniciando una carrera en el centro del campo gritó y cayó, agarrándose el gemelo de una de sus piernas. Ufff, igual que la vez anterior, pensé. Efectivamente, sufría de un dolor agudo en su pierna y, apoyado en otros compañeros, tuvo que salir a la banda para no reincorporarse más. El único espectador se sumó como portero y así fue como Juan acabó siendo involuntario protagonista de un partido en el que supongo que no pensaba participar. Más tarde también aparecería Jose G. que, a pesar de un fuerte lumbago, decidió enfundarse en su camiseta verde y dirigirse al Blanco White, con lo cual los béticos tuvieron un cambio para afrontar sus lesiones, cansancios y demás vicisitudes.
A pesar de la fuerte resistencia bética y la caída del compañero Roberto, avanzamos. Álvaro caracoleó, gambeteó y finalmente, por el lateral izquierdo, batió por fin al portero bético de turno, 2-1. Gritos de júbilo que fueron aun mayores cuando Manolo, entrando a por todas, remató con la barriga un fuerte disparo de Jose Jaime que se iba fuera y la metió dentro, 2-2. Yo llego a hacer eso y la tostada con sobrasada, el cola cao y el polvorón mañaneros no sé si se hubieran mantenido en su sitio. El cerrojo bético estaba abierto y, al poco tiempo, desmontado. Álvaro volvió a hacer de las suyas, disparó al hueco y el tercer gol blanco-sevillista subió al marcador, 3-2. A esas alturas de la primera parte creo que Eduardo ya sangraba por la rodilla tras una caída espectacular, Manolo le hizo falta a Juanky cayendo ambos y gritando "¡¡Pero Juanky!!" (no coló, nos reímos porque la culpa era de Manolo, por mucho que intentase disimular), Luis me arreó un patadón ("fui a darle al bulto" me dijo) y Dani también se hizo daño en una rodilla aunque se recuperó luego. Pero el partido continuaba y Juanky, tras un excelente pase de la muerte, batía a Juan, 3-3. Empate. El sargento Manolo descargaba contra todos ("¿qué hacía Juanky soloooooo aquííííííí?") y los demás nos mirábamos; he de reconocer que vi como Juanky se colocaba en ese sitio pero ni me dio tiempo a pensar que había que tapar el pase cuando éste ya se produjo. La verdad es que los blanco-sevillistas éramos básicamente un equipo de ataque y la defensa nos costaba pero hicimos un buen papel en esta segunda parte de la primera parte. Jose Jaime se unió a la nómina goleadora con un buen disparo que suponía el 4-3 sevillista y que dio paso al descanso, merecido además.
La 3ª instantánea del partido, aquí las caritas se nos ven mejor |
2ª PARTE (35')
Los blancos sevillistas íbamos ganando. Sin embargo, ese 4-3 era muy peligroso y el partido no estaba decidido. Atrás Juan estaba efectuando un gran partido como portero y nos dio seguridad; delante sin embargo no nos iban las cosas bien, nos costaba llegar con claridad. Personalmente no estaba contento con mi partido, ante el gol estuve lento un par de veces y algunos pases no me salían pero daba lo que podía y rezaba por no verme implicado en alguna caída o lesión que diera al traste con mi participación en el encuentro. El correcalles en que se estaba convirtiendo el encuentro no nos convenía, aquello se podía decantar hacia cualquier lado, nos faltaba controlar el partido, Manolo se desgañitaba ordenando pero la 2ª parte transcurría sin gol. Así estábamos hasta que un rechace del portero bético llegó a mis pies y, con el exterior de la zurda desde fuera del área, golpeé la pelota que se fue abriendo hasta chocar en el poste por dentro y entrando. Gol, 5-3. Eso transmitió tranquilidad al equipo, un error a estas alturas no lo pagaríamos caro. Y sí, hubo un error en el centro del campo sevillista, robo de balón de Luis que combina con otro jugador bético, la recibe y su disparo, blando pero con algo de efecto, entra "llorando" por encima de Juan (y mira que eso es difícil) y se cuela para el 5-4. A partir de aquí nuevas "desgracias"; Eduardo se lesiona en el muslo, Pepedu y Pana chocan espectacularmente aunque aparentemente no se hacen daño y Luis cae en su área estando Manolo por allí rondando (yo no lo vi bien, no sé si hubo contacto) aunque se levanta como si tuviera un resorte. Eduardo resistía a duras penas, vagando por el campo y los béticos se iban cambiando con Juanky tocado y Jose G. con su lumbago. Lo dicho, un geriátrico, aquello parecía un partido de viejas glorias pero viejas de verdad, no un partido de cuarentones y treintañeros (y algún veintiañero) de buen ver. Eduardo se retiró, quedaban 5 minutos y ofrecimos parar el partido y dejarlo así, con un resultado más que digno para todos, antes de que nos hiciésemos daño alguno de los supervivientes. El amago de retirada se quedó en eso, en conato; todos muy valientes, decidimos seguir esos 5 minutos que podía significar afianzar la victoria sevillista o un empate bético in extremis.
Albert cambió de camiseta y se hizo sevillista por 5 minutos. Para mí, por razones obvias, fue la parte del partido que más disfruté. Jose Jaime aguantaba en el centro del campo y decidí pasar por su lado, gritándole "te doblo, te doblo", soltó la pelota y, entre dos defensas, logré batir a Jose G. con un disparo colocado al poste (me salió así). 6-4. Ufff, difícil ya que se nos escapara el partido. Más aun cuando instantes después recibo un balón en la banda derecha y tras correr bato de disparo cruzado al portero bético otra vez, 7-4. Definitivo. Fin del partido. Fin de la rivalidad bético-sevillista y cierre de una más que ajetreada mañana, malograda para algunos. Sólo me queda añadir que el partido fue muy disputado y que este resultado final encubre un encuentro igualado y para nada decidido salvo en los instantes finales.
INCIDENCIAS: las ya indicadas y referidas, con retirada anunciada por parte de Roberto. A pesar de todas nuestras caídas, lesiones y demás, el partido fue MUY LIMPIO, sin acciones duras por parte de nadie, como cabía esperar de unos señores como nosotros. Frío, día nublado, aunque los que jugamos creo que ni nos dimos cuenta. Liquidé el campo con el encargado; por cierto, que sepáis que tenemos pagados tres partidos más puesto que ahora obligan a pagar por adelantado 50 € que han salido de mi bolsillo, así que no me dejéis en la estacada...supongo que de aquí al final de la temporada jugaremos más. En la cerveza posterior comentarios sobre el partido y sobre otros asuntos pero para conocerlos hay que venir...un saludo para todos/as.
Jugadores blancos-sevillistas: Eduardo, Jose Jaime, Roberto, Manolo Lora, Álvaro, Juan Menzal y yo mismo (JM-3).
Jugadores coloreados-béticos: Albert, Jose Antonio alias Pana, Luis, Dani Gómez, Jose G., Juanky y Pepedu.
CÓMPUTO TEMPORADA 2013-2014: SEIS victorias color, DOS victorias blancas.