lunes, 30 de marzo de 2009

CRÓNICA 28.03.2009 (AUTÉNTICA FURIA ROJA)


RESULTADO: 8-2 (VICTORIA EQUIPO COLOR)

CRÓNICA: Otra vez presentaban los coloreados un auténtico equipazo, un equipo de gala, dispuestos a ganar y aumentar su leyenda con el permiso del equipo blanco, al que siempre se debe respetar dada su enorme trayectoria esta temporada. A mayor abundamiento, como dicen los abogados, los coloreados se habían puesto de acuerdo de forma telepática y se habían equipado todos ellos con camiseta roja (bueno, la de Albert era azulgrana, pero no desentonaba), emulando a la actual selección campeona de Europa y trasluciendo una mentalidad de equipo que debía tener su necesario reflejo en el terreno de juego. Y empezó el partido, cuando transcurría el minuto 7 el equipo blanco se adelantó merced a la típica jugada de Eduardo llegando hasta la línea de fondo y dando el pase de la muerte que aprovechó Joaquín. Unos diez minutos después, tras un saque de esquina, Javi remató de cabeza (habitual jugada que nadie sabe como cortar), el portero paró pero el rechace lo recogió Javi otra vez para remachar el gol. Empate a uno, lo cierto es que el equipo rojo atacaba más pero no lograba marcar, merced a una ordenada defensa blanca, ya curtida en estas lides. Sobre el minuto 25 Emilio adelantó nuevamente al equipo blanco tras disparar tres veces seguidas sobre la portería roja, lo cual dice poco de la defensa roja que dejó más bien vendido al portero. Los rojos nos miramos, mentalmente nos conjuramos para afirmar que ni uno más y oralmente concluimos que “somos mejores y hay que demostrarlo” (esto dicho con el mayor de los respetos por los blancos, que conste y nadie se enfade); autoestima alta no nos faltaba. Y dio resultado, ya lo creo. Ese fue el último gol del partido para los blancos, transcurrieron unos 70 minutos hasta el final del partido y no marcaron ni uno más. Pero no nos adelantemos al rumbo de los acontecimientos.

No fue tarea fácil doblegar al equipo blanco. El equipo rojo insistió en su presión de medio campo para arriba, no dejando salir con el balón jugado en condiciones al equipo blanco, buscando el empate rápido. Pero transcurría la primera parte y el empate no llegaba, oportunidades había pero el orden y la eficacia defensiva blancos evitaban la llegada del gol rojo. Hasta que llegó el minuto 53, una pérdida de balón blanca en el centro del campo merced a la presión roja se tradujo en un rápido contragolpe que, tras tres toques, se convirtió en el gol del empate tras un fuerte tiro raso cruzado del que esto escribe. Era el empate a 2, por fin se abría de nuevo la “lata” blanca y rápidamente otro gol rojo, previo al fin de la primera parte, supuso adelantarse en el marcador y empezar la segunda parte con ventaja de 3 a 2 para los coloreados. Quedaban 36 minutos por delante, el marcador era muy ajustado, los blancos no se daban por vencidos, ni mucho menos, y apelaban a su espíritu ganador y combativo. Pero esta vez no tuvieron esa posibilidad de la remontada a mano, porque rápidamente el marcador se puso en un 4 a 2 y el equipo rojo se mostró muy firme y compacto en defensa, abortando las oportunidades blancas (que sí que las hubo) de aumentar su cuenta de goles. Y fueron cayendo goles del lado rojo, aumentando la cuenta y la diferencia en el marcador hasta llegar al 8-2 final. Destacables un penalti tipo Panenka transformado por Roberto, un espectacular tiro al larguero también del equipo rojo y, por último, una jugada que no nos explicamos por qué supuso un enfado tan grande para uno de los jugadores blancos. El portero blanco chocó con un jugador de su propio equipo y no pudo alcanzar el balón, que cayó a los pies de un jugador rojo que marcó el gol correspondiente; pues bien, en ese momento no entendimos el monumental enfado del portero blanco (con desplazamiento del balón de forma violenta), que acusaba a un jugador rojo de haber desplazado al defensa blanco y que éste, de rebote, lo había empujado a él. Pues bien, nadie estaba de acuerdo con esa versión del portero blanco, el jugador rojo acusado negaba que él hubiera empujado a nadie y el defensa blanco no confirmaba tampoco que nadie le hubiera desplazado. Me gustaría añadir algo sobre este enfado y si alguien quiere aclarar algún punto tiene la sección comentarios abierta para hacerlo. Bien, por lo visto el encolerizado portero blanco no lo estaba solo por esa jugada, andaba algo alterado porque entendía que el equipo rojo estaba “vacilando” o chorreando, como alguno dice por ahí, al equipo blanco. Los continuos toques, la salida con el balón jugado desde la defensa y algún adorno tipo taconazo del equipo rojo en la segunda parte fueron malinterpretados en ese sentido de vacile o mofa del equipo blanco; pues bien, nada más lejos de la realidad, ni fue esa nunca la intención ni creo que la haya sido alguna vez, ni por parte del equipo rojo ni creo tampoco que del blanco. Nos conocemos mucho para andar mofándonos o vacilando a nadie, todos hemos perdido partidos y creo que lo último que pensamos es que nadie se está riendo del contrario. En fin, que no seamos tan susceptibles porque en nuestros partidos no hay mofa ni escarnio, unos días ganamos y otros perdemos, nos puede gustar más o menos, pero así es y nadie se lo debe tomar a mal.

INCIDENCIAS: ligera llovizna al principio del partido que, junto con la lluvia caída la noche anterior, hizo que el campo de juego estuviera húmedo y rápido. Posteriormente salió el sol e hizo una mañana magnífica, con buena temperatura. Cinco niños acompañándonos, a su aire, montando tiendas con los paraguas. Ningún lesionado de gravedad, algunos logramos no empeorar lesiones previas, lo cual no es poco. Hubo algún intercambio de frases fuera de tono y lugar entre un jugador rojo y uno blanco (no viene a cuento señalar quiénes, para la mayoría pasó desapercibido), volviendo posteriormente las aguas a su cauce en una breve disculpa entre ambos, como debe ser; el juego a veces nos calienta más de la cuenta y nos encontramos a nosotros mismos expresando ideas o comentarios que no proceden. Cambios en el equipo blanco cada 5 minutos ya que eran 7 jugadores.

JUGADORES BLANCOS: Luis, Josema, Fran Patricio, Emilio, Fernando, Joaquín (Guti) y Eduardo.

JUGADORES COLOR: Javi, Roberto, Albert, Dani Gaume, Álvaro y yo mismo (JM-1).

CÓMPUTO TEMPORADA 2008-2009: 11 VICTORIAS COLOR, 9 VICTORIAS BLANCAS, 4 EMPATES.

8 comentarios:

Emilio dijo...

El del enfado estando de portero soy yo, por si alguien que no jugó lo quiere saber. Y me reafirmo en lo que comenté. Es más, los minutos de "chorreo" estaba de portero y lo pude apreciar perfectamente. Y no meto a todo el mundo en el mismo saco, que todos llevamos tiempo jugando y nos conocemos. La jugada fue una excusa para saltar. Todo esto dicho sin acritud, que ya sabeis que pego cuatro voces, pero que todo se queda en el campo, como pudo comprobar el personal en el tercer tiempo.

Apúntame, por cierto

Roberto dijo...

Pues a mi sí me gusta el chorreito, a los blancos hay que aplastarlos sin compasión y si cae alguna cachita pues mejor. Por cierto, a mi me dio una el Guti y no pasó nada. Ni hubo escarnio en los periódicos, ni mi mujer me ha abandonado, ni he entrado en una profunda depresión, ni mi familia se avergüenza de mí.
Otra cosa sería que estuviésemos jugando contra un equipo profesional, ó de chavales de 20 años acostumbrados a jugar diariamente (básicamente que la superioridad sea manifiesta). En esas condiciones un "burreito" si se podría entender de mal gusto, pero entre dos equipos en condiciones similares y conociéndose, no puedo ni podré entender que alguien se pueda cabrear por intentar en un partido resuelto alguna filigrana ó jugada que se salga un poco fuera de lo normal. En estos casos lo que hay que hacer por vergüenza torera es correr un poco más para que el resultado sea lo menos abultado posible.
Y que conste que no va por el enfado de Emilio, porque en el Emilio me cago yo y el sábado le voy a dar dos cachas (pero al principio).
Hago extensible la cagada en Kike, Juan el chiquitín, Fernando y alguno más que no se enfada porque me cague en él, incluso puede que hasta me inviten a una cerveza.

Emilio dijo...

No hay que darle más importancia al tema. Ya me conocéis como soy. Robert, lleva espinilleras por si acaso, mariquita de playa

Jucho dijo...

Robert, eres un remanso de buen rollo.
Mi héroe, vamos.

Fran Patricio dijo...

Queridos tertulianos futboleros. No creo que tengamos que enfadarnos por jugadas aisladas ni gestos poco elegantes, pero es humana y comprensible la reacción de Emilio. Por supuesto, los coloreados hicisteis un buen partido pero el marcador fue exagerado. Sinceramente, no erais tan superiores y en algún momento hubo algún que otro pavoneo que a alguno pudo llegar a molestar. Estabais, de todos modos, en vuestro derecho a disfrutar del partido y del resultado, pero Emilio entendió que se le hizo falta y lo que más le pudo doler fue que ninguno de su equipo, incluido yo, se atrevió a defenderle, probablemente porque no nos percatamos de esa supuesta falta. Reacción exabrupta, pero a cualquiera se le pueden ir los nervios en un momento dado, además no llegó la sangre al río (siento el topicazo). El pequeño Jucho podría jugar algún partido y no meter cizaña con sus comentarios angelicales. Un abrazo a todos.

Jose Manuel dijo...

Veamos, no quiero meter cizaña, pero analicemos fríamente todo esto. Uno se puede enfadar o alterar porque va perdiendo y no le ve solución y ya que se ha levantado temprano y esforzado en el campo sin obtener el resultado apetecido pues no le hace gracia. Hasta ahí, normal. Pero enmascarar eso tras una supuesta falta que nadie vió, dar voces y dedicarse a pegarle patadas a un inocente balón, eso es otra cosa; más vale que la próxima vez digas claramente que no te gusta perder, que además entiendes que el equipo contrario está en plan risitas o de mofa y entonces comprenderemos mejor esa reacción aunque no la compartamos. Además, así no desconcertarás a nadie como reconoces con la frase "La jugada fue una excusa para saltar", ya que de modo implícito estás reconociendo que ni hubo falta ni nada raro sino que utilizaste eso para soltar tu rabia, la cual tampoco venía a cuento, todos perdemos y no pasa nada, que yo sepa.

Javi dijo...

Leyendo los comentarios me da la sensación de que yo estaba jugando otro partido o que no me enteraba de nada. No vi ni "chorreo", ni "pavoneo" ni nada de nada. Como hacemos siempre, se corre, se disputa los balones y se intenta marcar el mayor número posible de goles y que el otro equipo no meta ninguno. Incluso cuando se alcanza una diferencia grande en el marcador se intenta no bajar la guardia porque ya hemos tenido muestras en otros partidos de grandes pájaras que han supuesto cambios inexplicables en el marcador. Y por encima de todo está el respeto al contrario, que de eso nos sobra, faltaría más. La verdad es que no sé de que se está hablando, o a lo mejor yo estaba en otro partido.

Jose Manuel dijo...

Javi, eso es lo que yo estoy diciendo, que no sé de dónde ha salido tanta susceptibilidad. He jugado muchos partidos y me pareció un partido normal, con un equipo que fue marcando más goles y manteniendo su ventaja, no hubo ni risitas ni jugaditas en plan "olé", los que íbamos ganando seguimos esforzándonos hasta el final, sin dar tregua, y ya está. Por tanto, me resulta incomprensible que Emilio reaccionara de esa manera (está en su pleno derecho pero se entendería por otros motivos, no por una supuesta befa del equipo contrario) y que el ecuánime Fran Patricio diga que hubo algún que otro pavoneo, yo no lo ví ni tampoco lo noté en mi equipo. En fin, demos por finalizado este capítulo y el próximo sábado a esforzarnos como es debido y solemos hacer.