RESULTADO: 12-7 (VICTORIA COLOR)
CRÓNICA: ufff, aquí sigo, al pie del cañón virtual, con los pies doloridos como si hubiera perseguido a todas las cofradías del Domingo de Ramos sevillano para verlas en los "mejores" sitios (que va a ser que no, no lo hacía ni antes, menos ahora...). Pues sí, mis pies están machacaditos, desde hace ya unos años me duele sobre todo el izquierdo cuando le doy con la zona del dedo gordo (vulgo "juanete") y mi zurda precisamente es uno de mis más queridos atributos futbolísticos, aunque le doy bien con las dos (modestia aparte). En serio, muchas veces veo las estrellas cuando le pego fuerte al balón con ese pie, me aguanto y sigo para adelante, durante la semana más o menos me recupero pero al siguiente partido vuelvo a caer en el "dolor" y así sigo y seguiré y resistiré (jopé -que esto lo leen niños-, me suena a una canción, la voy a colgar...y no es la del Duo Dinámico precisamente) hasta el fin. Por cierto, el video es en directo, cuando la música era de los currantes -años 80- y no de los de ahora que se quejan de que sus discos no se venden por culpa de internet -no porque sus canciones y estilos sean pésimos-, hay que jorobarse (que esto lo siguen leyendo niños).
Volviendo al fútbol y al superpartido del sábado pasado (dolorcillos podales aparte), sólo cabe un calificativo: pedazo de partido. Algunas voces blancas previamente "denunciaban" cierto desequilibrio a favor de los coloreados pero, viendo como se desarrolló el partido, pecaban de modestia y seguramente querían que nos confiáramos. Comenzamos el partidillo sabatino y parecía que los blanquecinos tenían razón, al rato íbamos ganándoles 2-0 casi sin despeinarnos, jugando francamente bien, triangulando como sólo sabemos hacerlo los grandes equipos y fallando también goles relativamente fáciles, algunos postes repeliendo tiros, en fin, un despliegue de fuerzas, ganas, saber pasar y jugar a esto del fútbol que hubiera acogotado a cualquiera. Pero por enésima vez, repito, los blancos no son cualquiera, son gente "mu" peligrosa, no son gente de fiar en esto de la pelota y lo demostraron nuevamente. Para desesperación de Manolo, convertido en un auténtico capitán de Tercio español (menudas voces y broncas nos pegó durante el partido, "así libero estrés que la semana ha sío mu mala", me decía), Eduardo, como no, el simpar y mareante Eduardo, se introdujo entre la aguerrida defensa coloreada y de un disparo seco marcó el primero para los blancos, seguidos de otros dos más de su equipo, 3-2 para los blanqueados. Inaudito. Nuestra ventaja esfumada. Atónitos nos quedamos. Pero nosotros tampoco somos cualquiera, la reacción fue inmediata, salvaje, tremebunda, los espartanos termopilenses nos insuflaban su aliento, actuamos sin perdón. Entre todos los coloreados les endilgamos cuatro goles seguidos a los blancos, 6-3, era lo que se esperaba de nosotros y no podíamos defraudarnos a nosotros mismos. El partido funcionaba a base de arreones; me tocó mi turno de portero y los blancos me endosaron 3 goles (creo que no fueron culpa mía, sobre todo uno que rebotó en mi defensa y me pilló tirándome de forma felina -ja ja ja, es una libertad literaria que me tomo- hacia el lado contrario). Sumado a otro gol coloreado, la primera parte, tras 60 minutos de lucha, terminó con un apasionante 7-6 a favor de los colorines, pero quedaban 36 minutos por delante y eso era mucho tiempo.
Descansillo de 5 minutos, el sol picaba pero no agobiaba, píííííííííí, reanudación del partido, a cara de perro. Todos nos enzarzamos nuevamente en una lucha sin cuartel para alzarnos con la victoria pero sólo podía caer de un lado y fue el coloreado; costó sudor, mucho sudor, esta vez sin sangre ni lesiones afortunadamente pero se consiguió ganar. A mi cabeza se viene aquella memorable poesía de Manuel Machado, "polvo, sudor y hierro, el Cid cabalga". El polvo lo levantábamos con la arena removida del campo (más el que había en suspensión, los alérgicos dan fe) sobre la que nos movíamos bravamente; el sudor fruto de nuestro esfuerzo y del calor que empezaba a reinar y el hierro era nuestra fiereza, casta, coraje, todos estábamos forjados a hierro y fuego. Sin divagar más por los campos de Castilla la Vieja, poco a poco nos fuimos distanciando en el marcador, 8-7 fue lo más cerca que los blancos estuvieron en el marcador, a partir de ahí los coloreados encadenamos cuatro goles seguidos que dejaron el resultado en el 12-7 final. No fue fácil, nunca es fácil, todos nos esforzamos y esta vez la V de victoria cayó de nuestro lado, pero las fuerzas están tan equilibradas que podía haber pasado de todo. Eso sí, si recuerdo bien, los goles tuvieron un reparto muy democrático entre los coloreados, todos marcamos uno ó más y eso siempre ayuda a decantar un partido, la participación colectiva y la buena puntería ante el gol. Hasta el próximo...tras la Semana Santa, obviamente.
INCIDENCIAS: mañana excelente, digna de ser aprovechada correteando tras una pelota. Como siempre, unos cuantos pequeños acompañándonos (Ariadna, Adam, Cristian y Álvaro, sobrino de Pepedu). Todo bien, sin problemas, echamos en falta un balón (se embarcó el oficial) que Tobías debe estar guardando como oro en paño, a ver si me lo pasas (que no se nos olvide o te vienes a jugar). No hay partido evidentemente el próximo fin de semana, no habrá un Sábado de Gloria futbolero para nadie.
EQUIPO BLANCO: Eduardo, Juanki, Fernando, Emilio Lora, Andy y Álvaro.
EQUIPO COLOR: Manolo Lora, Albert, Julio (amigo Manolo), Pepedu, Jose Jaime y yo mismo (JM-3).
CÓMPUTO TEMPORADA 2010-2011: 15 VICTORIAS COLOREADAS, 2 empates, 10 VICTORIAS BLANCAS.
Jose Manuel.
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