RESULTADO: 7-7 (espectacular empate)
CRÓNICA: ese lema coreado por la masa, ese grito icónico que surge de miles de gargantas en los campos de fútbol últimamente, ese canto fruto de la desesperación y a la vez de la esperanza en mejorar una situación, ese ¡SÍ SE PUEDE! bullía por mi cabeza antes, durante y después del partido de este sábado. Se usa para animar al equipo propio y evitar un descenso casi cantado, incluso para espolear a unos jugadores vestidos de blanco que ven como la DÉCIMA se les escapa por un mísero gol (y por no haberle echado los testículos vulgo "cojones" correspondientes en el partido de ida). Yo lo usaba mentalmente, incluso creo que lo verbalicé, para intentar superar un marcador tremendamente adverso, para decirme a mí mismo que otra derrota no cabía en mi casillero, que, o mejoras, o estás "muerto", deportivamente hablando. Y me fue bien, al menos no perdimos y eso ya era mucho.
1ª PARTE (60 min)
Pero vayamos al principio. Con mi conjunto blanco inmaculado del Real Madrid me presenté en el Blanco White dispuesto a enderezar mi trayectoria descendente. Antes de que la pelota echase a rodar, se lo comenté a Álvaro y creo que a Joaquín: "Yo hoy no puedo perder". Pues bien, remedando al auténticamente indescriptible e inefable Sheldon de la serie "The Big Bang Theory", los coloreados me dijeron "¡Zas, en toda la boca!" y en seis minutos ya íbamos perdiendo 3-0. Recuerdo que Javi parecía que seguía en su bicicleta por la velocidad de sus desmarques y pases, por supuesto que nos marcó un gol de cabeza y otro de tacón tras una lucida y bonita pared con Luis en plan ping-pong con los jugadores blancos de espectadores. Repasé a mi equipo, a mí mismo, y me dije que claro que podíamos, quedaba mucho tiempo y sobre todo sobraban ganas de conseguir superar un marcador tan apabullante como ése. A los 20 minutos ya era un 4-0. Como despedida, antes de retirarse lesionado, el amigo Juanky cruzó un buen disparo ante el que Pepedu no tuvo mucho que hacer. ¡Por fin!, 4-1, ¡Se puede, se puede! Los que pudieron fueron los coloreados que al rato iban ganando por un 6-1 demoledor y eso que Fernando paraba lo suyo (y lo de los demás) pero nuestras facilidades defensivas propiciaron esa caída a los infiernos futbolística.
Algo debía cambiar. Y lo hizo. No se trata de personalizar pero, como transcriptor de un estado de ánimo y de unos hechos, me explico mejor si expreso lo que percibí. En un contraataque paso un balón por alto a Álvaro que, tras un buen control, me devuelve la pelota de modo que encaro, bastante escorado, la portería coloreada. En ese momento lanzo un disparo fuerte con la derecha que, colocado, entra por el único hueco que había entre el poste más lejano y Luis, chocando con el madero y entrando como una exhalación en la portería. Por lo que me dijisteis los demás, ¡¡¡GOLAZO!!!. ¡Se podía, se podía! Era el 6-2. Encorajinado celebré el gol, tenía muchas ganas y deseos de lograr uno y acabar con una serie de partidos propios para olvidar. Llegó también el 6-3 y el 6-4 tras un penalty que Luis pitó sin que ningún jugador blanco lo solicitase. La honradez de Luis se transformó en ese 6-4 tras tirar el penalty Álvaro, pararlo Javi y aprovechar el rebote nuevamente Álvaro. Aquí hubo sus suspicacias porque Javi pensó que yo tiraría el penalty; supongo que la confusión vino porque yo mismo coloqué la pelota en el punto para tirar la falta máxima aunque me dirigí a Álvaro para que lo lanzara él. Me parece que luego oí a Joaquín comentar que eso no importaba y que lo sucedido era correcto (desde luego yo no tengo nombramiento oficial y exclusivo como "tirador" de penalties). Hubo también un espectacular tiro a la cruceta (no digo de quién puesto que parece que quiero ser el protagonista...) de la portería coloreada pero el marcador permaneció inalterado hasta el fin de la primera parte.
2ª PARTE (36 min)
Quedaba toda una segunda parte para continuar con la escalada y poder darle la vuelta al marcador. TODOS le echamos ganas, tanto blancos como coloreados. En nuestro caso más ganas aun puesto que Fernando, lesionado, estuvo de portero "fijo" casi todo el partido y los jugadores de campo no pudimos descansar. Se notaba que los coloreados nos "temían" y nosotros "temíamos" que se nos fueran otra vez en el marcador. Emilio puso un más que emocionante 6-5 en el "electrónico" y aun faltaban 18 minutos, todo un mundo para lograr la proeza de empatar y el delirio de ganar. Pero a los coloreados no se les había olvidado jugar, se repusieron frente a esta persecución casi inquisitorial en el partido y un buen tiro de Luis fue remachado por Albert en la boca de gol para conseguir el 7-5. Curiosamente pocas veces he visto tantas muestras de alegría por parte del equipo contrario; Manolo se abrazaba a Luis, Albert casi era vitoreado, todos los coloreados sonreían de oreja a oreja. Comprendí el por qué: tenían temor, pánico, miedo, habían percibido nuestro aliento en el cogote y se les había erizado la piel y aquel gol les daba tranquilidad, les alejaba del abismo, ponía distancia entre ellos y el cazador. En ese momento supe que no perderíamos, cuando alguien teme comete errores y ese iba a ser el caso. El inicio de un contraataque coloreado se transformó en el 7-6; Pepedu recibe un balón y, junto con Javi, empieza a enfilar la portería blanca pero se despista un poco y el que esto escribe, como un poseso y sacando fuerzas, retrocede, se interpone entre Pepedu y el balón, lo controla y, viendo a Emilio desmarcado, le pasa la pelota. Éste hizo lo más difícil, colocar el balón dentro para obtener ese 7-6 momentáneo que nos daba alas con unos minutos por delante. Otra vez a uno; daba igual, aquello no se nos podía escapar, ¡podíamos, podíamos!. Faltaban unos minutos cuando, desde la banda, Emilio lanza un pase hacia Álvaro situado en el lado contrario; en mi ansia de darle a la pelota y pensando que el pase era para mí, intenté parar el balón con tan buena fortuna que con el rebote "asistí" a Jose G. que, de modo magnífico, logró el tan ansiado y deseado empate a 7. Esta vez la alegría desbordada fue nuestra y sólo nuestra.
El último minuto y medio de partido lo tenéis en el video que os acompaño grabado por mi hijo. Si lo veis adivinaréis con qué jugada me quedo.
¡¡SE PUDO, SE PUDO!!
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INCIDENCIAS/OTROS DATOS: buen tiempo, niños habituales (Javi, Jose Manuel, Adam, Carmen, Christian, Ariadna). Luis y yo aprovechamos las ofertas cerveceras de los Jardines de Hércules, de lo que dejo constancia gráfica. Llevo ya dos cervezas postpartido sin postpartido, es decir, por h o por b no he disfrutado de vuestra siempre grata compañía tras el partido. Esto no puede volver a pasar.
JUGADORES COLOREADOS: Albert, Javi, Luis, Manolo, Pepedu, Miguel.
JUGADORES BLANCOS: Álvaro, Fernando (lesionado, casi todo el partido de portero), Juanky (recayó en una lesión, se fue cuando apareció Emilio), Emilio Lora, Jose G., Joaquín y yo mismo (JM-1).
CÓMPUTO
TEMPORADA 2012-2013: 16
victorias color, 5 victorias blancas, 3 empates, partido especial 30
años.
Jose Manuel
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