RESULTADO: 5-2 (VICTORIA BLANCA)
CRÓNICA: esto sí que es una crónica en diferido, han pasado casi dos meses desde este partido (mi último partido de fútbol...por ahora, claro, "volveré"). Si puedo escribir algo es simplemente porque tomé notas en el móvil para no olvidar lo sucedido previendo el retraso pero no imaginaba que iba a tardar tanto, parece un retraso administrativo. Cuando tomé las notas puse en mayúsculas VICTORIA ESTRATOSFÉRICA y no era para menos, la vieja guardia de los sábados fútbol había apabullado con una dosis espectacular de buen fútbol, control del partido y dominio de la situación a un conjunto joven (Miguel, alégrate que te incluyo en el lote juvenil) que se las prometía muy felices pero dieron con hueso, con un equipo blanco rocoso, experimentado y muy disciplinado que, a base de oficio, supo imponerse.
Volvemos, como en ocasiones anteriores, a los símiles bélicos, y para esta crónica nada mejor que recordar una película de las buenas, auténtica obra de arte dentro del género. "La cruz de hierro", filme de Sam Peckinpah, en la que los protagonistas principales son el sargento Steiner (James
Coburn) y el capitán Stransky (Maximilian Schell). En esta ocasión la película se centra en el ejército alemán en la Unión Soviética, ya en franca retirada en el verano de 1943. Allí llega el capitán Stransky, oficial prusiano, cuyo único interés es conseguir una cruz de hierro con la que adornar su currículo y cumplir las expectativas familiares. Por supuesto es un inepto que pone en peligro a sus hombres y que elude el combate y no duda en falsear un informe sobre un ataque para que le concedan la cruz de hierro (ésta se concede en casos de heroísmo y arrojo ante el enemigo). El sargento Steiner es el antihéroe, práctico y descreído tras tanto tiempo luchando pero leal a sus compañeros; él sí posee ya la cruz de hierro pero no le da la mayor importancia. Steiner no avala el informe del capitán y éste se venga haciendo que a la patrulla de Steiner, de regreso a las líneas alemanas, la acribillen los propios alemanes. En
definitiva, Steiner sobrevive, mata al teniente que había hecho que dispararan a sus compañeros por orden del capitán Stransky y se va a por este último. Y aquí viene la memorable frase; como sabe que lo que más ansía el capitán es obtener una cruz de hierro, le pide que lo acompañe (los rusos están asaltando las posiciones) diciéndole "Yo le enseñaré
donde crecen
las cruces de hierro". Ambos salen a luchar y el capitán Stransky dispara al enemigo pero, cuando se queda sin balas, le pregunta a Steiner cómo se carga la metralleta...y el capitán quería una cruz de hierro sin saber manejar un arma...Steiner se descogorcia de risa en mitad del ataque y ahí acaba la película. Si pensábais verla os la acabo de destripar pero merece la pena verse, suceden muchas más cosas e incluye escenas memorables, de verdad que es de las buenas.
A lo que voy, que me he dispersado más de la cuenta, el equipo blanco se encargó de enseñar a los "jóvenes" dónde crecen las cruces de hierro futboleras, cómo se obtiene una victoria, cómo se lucha y cómo, ante un enemigo más fuerte, se es capaz de derrotarlo con disciplina, ingenio, valor y dándolo todo. Y así fue, bien colocados y atentos a las ayudas, Luis se encargó de poner el 1-0 tras un excelente pase desde la banda (ja ja ja, sí, fue mío el pase). Los coloreados nos apretaban, que todo hay que decirlo, pero no lograban doblegarnos y el empate a uno vino por un gesto de honradez extrema de Luis, que tuvo que decir (nadie se había dado cuenta, la jugada fue muy rápida) que, dentro del área, había despejado con la mano cuando el balón volaba hacia dentro. Sergio lo transformó y ese 1-1 parecía poner en peligro nuestro futuro en este partido; si a eso añadimos que me tocó sacar dos balones bajo palos, que dieron varios postes, etc, aquello pintaba muy oscuro. Sin embargo, entre Manolo, cual sargento Steiner, que nos clavaba la mirada si nos descantillábamos (figuradamente hablando) un poco o directamente nos voceaba y nuestras propias ansias, mantuvimos una disciplina férrea que nos permitió salir adelante, indemnes y victoriosos. Jose Jaime, en una enorme jugada, cedió el balón a Eduardo que batió nuevamente al portero contrario, 2-1, marcador con el que llegamos al final de la primera parte.
La segunda parte fue aun mejor para nosotros. Luis se desató completamente y consiguió un par de goles más al que se sumó otro de Eduardo, 5-1. Dani se multiplicaba en defensa y los coloreados ya no sabían que hacer, cómo jugarnos, estaban desorientados, nuestro control implacable les había dejado sin argumentos futbolísticos. Aprovecharon, eso sí, mi turno de portero y Germán, ante una indecisa salida por mi parte marcó el definitivo 5-2.
En definitiva, buen partido, mejor resultado y las cruces de hierro, como todo en la vida, hay que saber conseguirlas y esta vez luchamos para merecérnoslas...
Incidencias: excepcional partido jugado en el exilio de Hytasa, con cerveza posterior en la Cabina. Tiempo muy bueno, sin demasiado calor, nublado.
Jugadores Blancos: Luis (triplete), Jose Jaime, Manolo, Edu (2), Dani y yo.
Jugadores color: Germán, Juandi, Miguel Páez, Javi-Sergio-Ale (primos Lora).
CÓMPUTO FINAL
TEMPORADA 2013-2014: CATORCE
victorias color, ONCE victorias blancas, TRES
empates.
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