CRÓNICA: inicio de la temporada 2014-2015 (trigésimo tercera temporada para el Grupo Sábados... Fútbol), a veces me pregunto cómo algunos hemos llegado hasta aquí (el sábado éramos tres los supervivientes de aquel lejano 1982: Luis, Pepedu y yo mismo).
Tal y como anuncié en el blog (aunque nadie se quiso apuntar), este verano he cumplido uno de mis anhelos: recorrer el Camino de Santiago en su tramo final (digamos que la versión sprint - 111 km-), desde Sarria (eso está en Lugo, no os confundáis con el barrio de Barcelona, que lleva tilde) hasta el mismísimo Santiago de Compostela.
Cinco etapas a tope que, si tengo tiempo, relataré algún día. Ese Camino espiritual, deportivo, turístico, religioso, según el caminante o peregrino, conducía a la Catedral santiaguesa. Nosotros, cada final de verano, nos acercamos a nuestro particular finis terrae, ese templo del fútbol que nos ocupa los sábados y hacia el que nos encaminamos, nunca mejor dicho, con la mayor de las ilusiones.
Y sí, ahí estaba nuestra Catedral de los sábados, esperándonos, con el aspecto habitual, con sus hoyos, sus redes agujereadas, sus arbolitos en crecimiento y su arena tan típica que se mete en las zapatillas y que, lavado tras lavado, no sé cómo pero permanece en las medias. Pero es nuestra pista y para nosotros está muy bien, para los niños que nos acompañan también y, en general, no es motivo de queja, más cómodo no puede ser.
¿Y qué pasó en este partido? Pues que empezó como siempre, con unos jugadores coloreados que casi machacaron de inicio a unos despistados blancos que, como excusa, pueden aducir que eran uno menos por la ausencia de Jose G., que se incorporó digamos que un poco tarde. En un rato íbamos 4-0, apaleamos sin piedad al otro equipo, nada de hermanitas de la caridad. A mí me ha podido invadir el espíritu del Camino pero el instinto "asesino" ante la portería no me abandona ja ja ja. Pepedu inauguró el marcador de la temporada, el segundo creo que fue mío y creo que Manolo y yo mismo añadimos más goles aun para ese 4-0.
En este punto me tocó inaugurar el primer "embarque" de la pelota tras el muro que circunda el campo y mientras fui a por el balón (ya sabéis el rodeo que hay que dar) mi equipo añadió dos goles más hasta el 6-0. Los blancos también jugaban y marcaron su primer gol, 6-1. En este punto se incorporó el dormilón Jose G. y, entre unos y otros, terminamos la primera parte con un 9-5 que casi lo decía todo sobre el previsible resultado final.
La segunda parte fue poco prolífica en goles, de hecho hubo un empate técnico, un gol para cada equipo hasta llegar al 10-6 final. En mi caso contento por añadir ese gol y creo que todos satisfechos por salir indemnes y reanudar nuestros partidos una temporada más.
Cinco etapas a tope que, si tengo tiempo, relataré algún día. Ese Camino espiritual, deportivo, turístico, religioso, según el caminante o peregrino, conducía a la Catedral santiaguesa. Nosotros, cada final de verano, nos acercamos a nuestro particular finis terrae, ese templo del fútbol que nos ocupa los sábados y hacia el que nos encaminamos, nunca mejor dicho, con la mayor de las ilusiones.
Y sí, ahí estaba nuestra Catedral de los sábados, esperándonos, con el aspecto habitual, con sus hoyos, sus redes agujereadas, sus arbolitos en crecimiento y su arena tan típica que se mete en las zapatillas y que, lavado tras lavado, no sé cómo pero permanece en las medias. Pero es nuestra pista y para nosotros está muy bien, para los niños que nos acompañan también y, en general, no es motivo de queja, más cómodo no puede ser.
¿Y qué pasó en este partido? Pues que empezó como siempre, con unos jugadores coloreados que casi machacaron de inicio a unos despistados blancos que, como excusa, pueden aducir que eran uno menos por la ausencia de Jose G., que se incorporó digamos que un poco tarde. En un rato íbamos 4-0, apaleamos sin piedad al otro equipo, nada de hermanitas de la caridad. A mí me ha podido invadir el espíritu del Camino pero el instinto "asesino" ante la portería no me abandona ja ja ja. Pepedu inauguró el marcador de la temporada, el segundo creo que fue mío y creo que Manolo y yo mismo añadimos más goles aun para ese 4-0.
En este punto me tocó inaugurar el primer "embarque" de la pelota tras el muro que circunda el campo y mientras fui a por el balón (ya sabéis el rodeo que hay que dar) mi equipo añadió dos goles más hasta el 6-0. Los blancos también jugaban y marcaron su primer gol, 6-1. En este punto se incorporó el dormilón Jose G. y, entre unos y otros, terminamos la primera parte con un 9-5 que casi lo decía todo sobre el previsible resultado final.
La segunda parte fue poco prolífica en goles, de hecho hubo un empate técnico, un gol para cada equipo hasta llegar al 10-6 final. En mi caso contento por añadir ese gol y creo que todos satisfechos por salir indemnes y reanudar nuestros partidos una temporada más.
INCIDENCIAS: básicamente, buen tiempo y los niños (casi ya jovencitos) de costumbre. Reanudamos también la cerveza habitual en la Viña aunque esta vez nos encontramos con la desagradable sorpresa de la muerte del camarero habitual. No es que fuera santo de nuestra devoción pero evidentemente siempre sentimos la muerte de una persona joven y nos impacta sobre todo cuando es inesperada y han sido muchos años sirviéndonos, así que lo único que podemos añadir es qepd.
JUGADORES COLOR: Manolo, JM Fdez, Miguel Páez, Dani, Pepedu y yo mismo (JM-3).
TEMPORADA 2014-2015: UNA VICTORIA COLOR, NINGUNA BLANCA.
TEMPORADA 2014-2015: UNA VICTORIA COLOR, NINGUNA BLANCA.
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