RESULTADO: 15-5 (VICTORIA COLOR)
CRÓNICA "APLASTEITOR...": jaaallllllllll...menudo partido, literalmente los blanqueados fueron aplastados, un torbellino coloreado los envolvió y no les dejó respirar, les llovieron goles por todos sitios, auténtica masacre, olor a derrota desde mucho antes de acabar, RIP total, defenestración absoluta, en definitiva, CATÁSTROFE SIDERAL. La conjunción planetaria (como decía la inútil política -alias "morritos"- que ha llegado a ministra, cuanto más inútil más se sube en un partido) transformó los astros blancos en teas quemadas, consumidas, incapaces de alumbrar su camino para parar el alud coloreado e intentar conseguir más goles.
El caso es que el partido no comenzó mal, Fernando de un trallazo fuerte incluso marcó un primer gol (de camino me dejó las manos como un manojo de sarmientos) a los dos minutos y parecían peligrosillos estos jugadores blancos pero no, un simple espejismo, un fuego artificial, un brindis al sol, un único chispazo en una mañana negra, negrísima, en la que el color fue otro. Poco a poco, los coloreados, pasando, hilvanando jugadas, defendiendo de modo aguerrido, empezamos a marcar nuestros golitos, uno tras otro, la conexión Lora se mostraba letal, nos habíamos juntado unos buenos peloteros, pasadores que, de forma incansable, buscábamos el gol. Y llegaron, de todas las facturas, hasta Tim se estrenó, aportando un gol a la colección coloreada. ¿Y qué pasaba con los blancos? Apagaban los fuegos como podían, no tenían su día, evidentemente; no daban una ante la portería contraria, nulos en ataque y haciendo agua en la defensa, así no se iba a ninguna parte. A los 45' paramos, Tim se había lesionado, Albert renqueaba de un par de tirones musculares y no había cambio alguno. 8-2 íbamos en aquel momento. En un "perfectísimo" inglés le comenté a Tim que si podía continuar de portero, aceptó y allá que se puso, su fuerza de voluntad y los "C." con mayúsculas que le echó son de agradecer. Albert también se propuso continuar a pesar de sus dolores y el equipo coloreado, así mermado, se enfrentaba de nuevo a los blancos, con algo de resquemor dadas nuestras condiciones físicas.
Ni aun así. El equipo de color era una máquina total, "blanquicida", perfectamente engrasada, a la que los blancos no podían detener ni con su mayor voluntad. "Estamos muy finos" me decía Albert. "¿Qué os pasa?", le pregunté a Álvaro, "estamos fuera del partido", me contestó mientras resoplaba y seguía corriendo. Porque el caso es que corrían y corrían, en ningún momento cejaron en su empeño los blancos, pero la mejor colocación, los pases medidos y una puntería extrema, perfecta, hacían que los coloreados aumentaran su cuenta hasta un escandaloso 14-2. Recordé aquel 17-2 de hace unos años en Ifni, es difícil igualarlo pero quedaba cerca, muy cerca...Recordé también una frase que un amigo de mi padre me decía cuando me lo encontraba, "¿Qué, cómo van las cosas, como un reloj, no?" Y así era, como un reloj atómico, de esos que no retrasan nunca, que no fallan, así funcionó el equipo coloreado. En los últimos 10 minutos los blancos metieron algunos goles (nuestro portero era un muñeco, no podía moverse apenas, más no le podíamos pedir, creo que los blancos tuvieron en cuenta este hecho y no abusaron mucho de los disparos lejanos aunque al final, con la desesperación, ya tiraban de todo) pero no había tiempo para mucho más. El 15-5 queda grabado a fuego en esta intrahistoria de los partidos sabatinos como un hito de buen juego y entrega total por parte de los coloreados y un hito pero negativo de falta de soluciones y puntería por parte de los blancos.
INCIDENCIAS: bajas previas de Andy (from Indiana, he was ill) y Eduardo (la estilizada podóloga le aconsejó, entre mimos a sus maltrechos pies, que mejor no jugara al fútbol), así que 10 machotes participamos en el partidazo. Tiempo espectacular, yo no daba crédito, sudaba desde el principio, calor de noviembre propio de mayo. Sol en nuestros rostros, encendidos por el esfuerzo y la luminosidad andaluza. Pocos niños (Reyes, Ariadna, Javi, Christian y la hija de Tim), ninguno futbolero aun. Nuestros colegas de las 12, naúfragos de Trafalgar y huérfanos de más jugadores, nos ofrecieron nuevamente sumarnos a su cruzada anti-edad pero amablemente rehusamos esta vez, demasiado esfuerzo tras un partido de 5 contra 5, debemos cuidarnos para mayores empresas. Inserto video-homenaje a nuestros compañeros que afrontaron otros "deberes" en la mañana sabatina, supongo que el próximo sábado sí nos veremos las caras y los habituales que jugáis de blanco intentaréis mejorar la maltrecha imagen de este sábado.
JUGADORES COLOREADOS: Manolo Lora, Albert, Tim (from Texas), Jose Jaime y yo mismo (JM-3).
JUGADORES BLANCOS: Fernando, Luis, Juanky, Jose (amigo Manolo) y Álvaro.
CÓMPUTO TEMPORADA 2010-2011: 5 VICTORIAS COLOREADAS, un empate, 2 VICTORIAS BLANCAS.
Jose Manuel.
CRÓNICA "APLASTEITOR...": jaaallllllllll...menudo partido, literalmente los blanqueados fueron aplastados, un torbellino coloreado los envolvió y no les dejó respirar, les llovieron goles por todos sitios, auténtica masacre, olor a derrota desde mucho antes de acabar, RIP total, defenestración absoluta, en definitiva, CATÁSTROFE SIDERAL. La conjunción planetaria (como decía la inútil política -alias "morritos"- que ha llegado a ministra, cuanto más inútil más se sube en un partido) transformó los astros blancos en teas quemadas, consumidas, incapaces de alumbrar su camino para parar el alud coloreado e intentar conseguir más goles.
El caso es que el partido no comenzó mal, Fernando de un trallazo fuerte incluso marcó un primer gol (de camino me dejó las manos como un manojo de sarmientos) a los dos minutos y parecían peligrosillos estos jugadores blancos pero no, un simple espejismo, un fuego artificial, un brindis al sol, un único chispazo en una mañana negra, negrísima, en la que el color fue otro. Poco a poco, los coloreados, pasando, hilvanando jugadas, defendiendo de modo aguerrido, empezamos a marcar nuestros golitos, uno tras otro, la conexión Lora se mostraba letal, nos habíamos juntado unos buenos peloteros, pasadores que, de forma incansable, buscábamos el gol. Y llegaron, de todas las facturas, hasta Tim se estrenó, aportando un gol a la colección coloreada. ¿Y qué pasaba con los blancos? Apagaban los fuegos como podían, no tenían su día, evidentemente; no daban una ante la portería contraria, nulos en ataque y haciendo agua en la defensa, así no se iba a ninguna parte. A los 45' paramos, Tim se había lesionado, Albert renqueaba de un par de tirones musculares y no había cambio alguno. 8-2 íbamos en aquel momento. En un "perfectísimo" inglés le comenté a Tim que si podía continuar de portero, aceptó y allá que se puso, su fuerza de voluntad y los "C." con mayúsculas que le echó son de agradecer. Albert también se propuso continuar a pesar de sus dolores y el equipo coloreado, así mermado, se enfrentaba de nuevo a los blancos, con algo de resquemor dadas nuestras condiciones físicas.
Ni aun así. El equipo de color era una máquina total, "blanquicida", perfectamente engrasada, a la que los blancos no podían detener ni con su mayor voluntad. "Estamos muy finos" me decía Albert. "¿Qué os pasa?", le pregunté a Álvaro, "estamos fuera del partido", me contestó mientras resoplaba y seguía corriendo. Porque el caso es que corrían y corrían, en ningún momento cejaron en su empeño los blancos, pero la mejor colocación, los pases medidos y una puntería extrema, perfecta, hacían que los coloreados aumentaran su cuenta hasta un escandaloso 14-2. Recordé aquel 17-2 de hace unos años en Ifni, es difícil igualarlo pero quedaba cerca, muy cerca...Recordé también una frase que un amigo de mi padre me decía cuando me lo encontraba, "¿Qué, cómo van las cosas, como un reloj, no?" Y así era, como un reloj atómico, de esos que no retrasan nunca, que no fallan, así funcionó el equipo coloreado. En los últimos 10 minutos los blancos metieron algunos goles (nuestro portero era un muñeco, no podía moverse apenas, más no le podíamos pedir, creo que los blancos tuvieron en cuenta este hecho y no abusaron mucho de los disparos lejanos aunque al final, con la desesperación, ya tiraban de todo) pero no había tiempo para mucho más. El 15-5 queda grabado a fuego en esta intrahistoria de los partidos sabatinos como un hito de buen juego y entrega total por parte de los coloreados y un hito pero negativo de falta de soluciones y puntería por parte de los blancos.
INCIDENCIAS: bajas previas de Andy (from Indiana, he was ill) y Eduardo (la estilizada podóloga le aconsejó, entre mimos a sus maltrechos pies, que mejor no jugara al fútbol), así que 10 machotes participamos en el partidazo. Tiempo espectacular, yo no daba crédito, sudaba desde el principio, calor de noviembre propio de mayo. Sol en nuestros rostros, encendidos por el esfuerzo y la luminosidad andaluza. Pocos niños (Reyes, Ariadna, Javi, Christian y la hija de Tim), ninguno futbolero aun. Nuestros colegas de las 12, naúfragos de Trafalgar y huérfanos de más jugadores, nos ofrecieron nuevamente sumarnos a su cruzada anti-edad pero amablemente rehusamos esta vez, demasiado esfuerzo tras un partido de 5 contra 5, debemos cuidarnos para mayores empresas. Inserto video-homenaje a nuestros compañeros que afrontaron otros "deberes" en la mañana sabatina, supongo que el próximo sábado sí nos veremos las caras y los habituales que jugáis de blanco intentaréis mejorar la maltrecha imagen de este sábado.
JUGADORES COLOREADOS: Manolo Lora, Albert, Tim (from Texas), Jose Jaime y yo mismo (JM-3).
JUGADORES BLANCOS: Fernando, Luis, Juanky, Jose (amigo Manolo) y Álvaro.
CÓMPUTO TEMPORADA 2010-2011: 5 VICTORIAS COLOREADAS, un empate, 2 VICTORIAS BLANCAS.
Jose Manuel.
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