lunes, 29 de noviembre de 2010

CRÓNICA 27.11.2010 ("YO JUGARÍA...")


RESULTADO: 13-3 (VICTORIA BLANCA)
CRÓNICA SUBMARINA: como no encuentro calificativos para lo vivido el pasado sábado, recurro al diccionario de nuestra querida Real Academia de la Lengua Española y me quedo con la tercera acepción de la palabra epopeya (“Conjunto de hechos gloriosos dignos de ser cantados épicamente”). Esa es la definición exacta para definir lo ocurrido en el Blanco White el sábado día 27.11.2010; auténtico hecho glorioso el correr por ese campo anegado y aun así practicable y digno de ser cantado épicamente el esfuerzo y la entrega de todos los jugadores ante la furia desatada de los elementos (ya lo decía Felipe II pero no le hicimos caso). Hubo dudas, dudamos, éramos 9 tíos con dos cojones los que nos presentamos allí en una mañana perruna, con un frío digno de Siberia, acuosa a más no poder, el cielo se había caído y nos rodeaba con una cortina de agua que ni en los peores monzones asiáticos. Éramos 9, sólo 9, una baja ya cantada desde el día anterior nos dejaba impares y ¿qué podíamos hacer?. Entre las propuestas destacaba ir a comer churros en un sitio calentito (tuvo buena aceptación) o jugar, echarle un par y jugar, mojarnos en cuerpo y alma pero jugar. Particularmente prefería esto último (aunque visto el resultado mejor me hubiera callado) y usé la frase de Manolo Sarría, uno de los del dúo Sacapuntas (bueno, el Pulga está finiquitado desde hace unos años, así que difícil que diga algo el hombre) y que ahora tiene un programa concurso de preguntas que se llama “Taxi” en Canal Sur 2 (por cierto, el nivel cultural de los pasajeros es para echarse a llorar y no parar, qué desastre, tanto jóvenes como mayores). En fin, que dije “YO JUGARÍA” y como otros jugadores asintieron a la propuesta, pues allá que nos fuimos, a jugar-nadar-bracear, sólo nos faltaban el tubo y las gafas de bucear, porque agua había de sobra.
No paraba de llover, no paró, continuó tras el partido, qué pertinacia, qué persistencia, qué obstinación tenía el maldito tiempo en ponernos a prueba, en que sacáramos nuestra terquedad a flote y jugáramos porque así lo queríamos. Encima impares. Decidimos que el equipo coloreado tirara desde dentro del área para equilibrar la inferioridad numérica blanca, todo ello calculado a ojo de buen cubero. Y empezó el partido de aquafútbol, había charcos para reventar los enanos pero aun así el balón se desplazaba más o menos y se podía jugar. Para mí lo peor era el frío, las manos heladas, las piernas no entraban en calor, Albert intentó atarse los cordones y no pudo, la motricidad fina nos fallaba. Manolo tiritaba con su camisetita roja, qué lástima, si la noche anterior se hubiera tomado sus whiskies seguro que hubiera entrado en calor antes. Ante nosotros un equipo blanco capitidisminuido pero con un coraje y unas ganas que nos dejaron atónitos; ni el frío ni la lluvia, empezaron a desbordarnos por todos lados como un auténtico tsunami, Javi se deshacía de los contrarios como si se desplazara en un fueraborda, Emilio achicaba balones y salía como un torpedo, Andy regateaba cual pececillo de un arrecife de coral y Juanky se convirtió en un faro que atraía todos los balones en su función de portero. Estuvieron magníficos, nos superaban y machacaban. Llegamos a ir 4-3 a favor de los blancos y ahí nos quedamos los coloreados, inútiles ante la portería contraria, hundidos en las profundidades abisales como si nos hubiera atacado un U-Boot germánico, incapaces de responder a todas las andanadas que nos daban una y otra vez en la línea de flotación de nuestra portería. Uno tras otro caían los goles en una sola portería, la coloreada, hasta 13. Los blancos nos estaban dando un baño completo en todos los aspectos del juego, nos estaban dando la del pulpo. Tim se esforzaba como portero, Pepedu lo intentaba y marcó su ración de goles, el resto queríamos jugar, pero no entrábamos en juego, no nos salía nada, nada hacíamos, la única realidad es que nos hundíamos cada vez más mientras la superficie marina quedaba más lejos, muy lejos, demasiado para poder salir a flote en este partido.
INCIDENCIAS: lo dicho, auténtica manta de agua persistente antes, durante y después del partido, y encima con frío escandinavo, polar o siberiano, como prefiráis. Dos chiquillas nos acompañaron (Ariadna y Elena), aun recuerdo a la primera diciéndole a su padre “we can’t survive in the tent”, el agua invadía su pequeña tienda de campaña. Ni hititas ni bizantinos, por allí no apareció ni el tato a las 12, normal, los locos somos nosotros. Al hilo de esto y para terminar, os cuento una anécdota; nuestro bienamado y nunca bien ponderado príncipe Felipe, de oficio vete a saber, se acercó con su amada Letizia (la Leti para los colegas) a saludar a unos “periodistas” que estaban bajo la lluvia esperando su salida de no sé qué acto oficial. El caso es que, con su don de lenguas y su oratoria aprendida del mismo Demóstenes (antes de que éste último usara las piedrecitas, claro), le dio pena de las criaturitas y, en tono cariñoso, se acercó a ellos y les soltó: “Siento mucho el mojón que estáis pillando”. Jajajaja, creo que no requiere mucha explicación...
JUGADORES COLOREADOS: Manolo Lora, Albert, Pepedu, Tim y yo mismo.
JUGADORES BLANCOS: Javi, Emilio Lora, Juanky y Andy.
CÓMPUTO TEMPORADA 2010-2011: 6 VICTORIAS COLOREADAS, un empate, 3 VICTORIAS BLANCAS.
Jose Manuel.

3 comentarios:

Manolo (correo) dijo...

Independientemente de la cronica que hará José Manuel, que seguro será una fiel versión de lo acaecido, con pelos y señales(como siempre), me gustaría saber que les pareció a los debutantes el partido bajo las inclemencias del tiempo; que si jodida era el agua, del frío que te voy a contar... Sobre todo Andy y Tim, que seguramente no esperaban tener esta experiencia en Sevilla.
Saludos

Andy (correo) dijo...

Claro está que vacilaba un poco al principio, pensando en el buen sabor y calentura de un café para combatir, o más bien evitar, el día de perros. Pero al iniciarse el partido me acordé que al ganarse la batalla interna (o, quizá, los lloriqueos) llegamos a experimentar lo mejor que en esta vida se halla. En fin, me ha encantado.

- Andy

Albert Tomas dijo...

Filosofía pura.