CRÓNICA 04.12.2010 ("LOS BOCINAZOS DE EMILIO")

RESULTADO: 11-8 (VICTORIA COLOR)
CRÓNICA: La actuación de Emilio en los partidos se está convirtiendo en todo un clásico del Blanco White (otro día hablaremos de quién era este tipo, el tal Blanco White, creo que todavía no lo hemos hecho). Muchas veces nos suenan las palabras y aunque no hayamos leído su definición exacta en el diccionario de la RAE más o menos sabemos lo que significan por haberla leído o escuchado en distintos contextos. La palabra "bocinazo" tiene dos acepciones en el diccionario RAE:

1. m. Ruido fuerte producido con una bocina.
2. m. Grito para reprender o amonestar a alguien.

Las dos se aplican a Emilio. La primera por el torrente de voz que le sale cuando empieza con sus exabruptos, es un ruido fuerte, sordo, como el que se oye previo a la salida a presión del chorro de un géiser o el zumbido de los temibles órganos de Stalin de la 2ª G.M. (los cohetes Katiushka). Emilio se transforma en una auténtica bocina ruidosa que no para durante unos momentos que para el resto de asistentes se transforman en interminables. La segunda acepción se aplica con mayor precisión aun: Emilio grita para reprender a diestro y siniestro, a su propio equipo, al equipo contrario, nos amonesta, se posesiona de la verdad inmutable, se escandaliza de las decisiones y nos reprende por acción u omisión, por lo ocurrido antes, por el presente y por lo que él supone que ocurrirá. A esto ya ha sumado una espantada en este último partido, cuando éste agonizaba y se producía una jugada que, a su entender, acabaría en un penalty injusto, de esos que, según él, hay a cientos en un partido y que no se deben pitar. Emilio, todo esto lo digo con el mayor cariño y respeto que sabes te tengo, te tenemos todos, cuando acabamos el partido sabemos que se te pasa, que se te olvida, que sigues siendo un pedazo de pan, pero eso no quita que nos violente la situación, que origine tensión en todos y que un momento de disfrute como es un partido se estropee por situaciones que no tienen mucha explicación ni razón de ser. En tu momento de "furia" todos nos solemos callar por no atizar el fuego pero lo hacemos porque te respetamos y creo que todos somos buena "gente", pero simplemente te digo que no llevas razón siempre y que hay que escuchar y comprender a los demás y que, precisamente gritando de ese modo, pierdes mucha de la razón que seguro puedas llevar en muchos casos. Sólo eso. Creo que debía decírtelo. Es mi opinión, dicha con todo el respeto y aprecio que te tengo, como amigo, y ya sabes que no por esos "bocinazos" cambia mi percepción de tu persona fuera del campo, que conste, pero esas formas te pierden y debes ser consciente de ello. Espero que en Nochebuena, si no te gusta la cena, no armes el belén como en los partidos (es bromaaaaaa...........). Y hablando de clásicos, os traigo al recuerdo unos versos del inmortal Francisco de Quevedo, que además vienen al caso:

"Éstos son españoles, ahora puedo
hablar encareciendo estos soldados
y sin temor, pues sufren pie quedo
con un semblante, bien o mal pagados.
Nunca la sombra vil vieron del miedo
y aunque soberbios son, son reportados,
Todo lo sufren en cualquier asalto,
sólo no sufren que les hablen alto".

Y vámonos al partido, disquisiciones aparte. Nueva victoria coloreada; viendo la alineación se comprende que había mucha dinamita, goma dos pura, entre los coloreados y puede parecer que fuera tarea fácil conseguir la victoria. Nada de eso, nothing of nothing, la victoria fue muy, pero que muy trabajada y se decantó del lado coloreado en la segunda parte. Veamoslo con mayor detalle.

La primera parte fueron 60 minutos de un partido espectacular, tremendo, a todo trapo,con prisas y sin pausa. Seis contra seis, sin cambios, nada de descanso ni de desconcentrarnos entrando y saliendo del campo. Hasta 4 ocasiones seguidas, de esas "facilitas", solos delante del portero, tuvieron los blancos para adelantarse en el marcador (y fueron Álvaro y Eduardo, dos consumados especialistas en lograr esos goles) y todas las fallaron, algunas de modo incomprensible. Ya se oían las típicas voces entre los blancos comentando que "seguro que ahora llegan ellos una vez y nos marcan". Pues claro que sí, faltaba más, para eso me sumé al ataque y, con un control del balón, sin dejarla caer, tras un tiro cruzado me tocó inaugurar el marcador. Rápidamente llegó el empate blanco, luego otro par de goles para cada equipo y, más adelante, una vez Eduardo y otra Fernando lograban adelantar a los blancos hasta alcanzar el 4-2 favorable para ellos. Vaya, la valía coloreada en ataque había que demostrarla, sobre el papel era así pero en el campo los blancos nos atenazaban e impedían el desarrollo completo del juego coloreado. No obstante, a base de insistencia y mejorando el juego, los coloreados marcamos un par de goles a los que sucedieron otros dos, uno para cada equipo, de modo que terminamos la primera parte con un 5-5 que dejaba todo, como se dice machaconamente en las radios, "con las espadas en todo lo alto", con una segunda parte que debía dilucidar qué equipo se llevaría esta vez el premio de la victoria.

Fulgurante es el término. Tremendo y apabullante comienzo de la segunda parte por parte de los coloreados que, con un Dani estelar, logró meter tres goles en poco más de cinco minutos para colocarlo en un 8-5. No acabó el partido ahí; por supuesto los blancos siguieron luchando, sudando esa respetable camiseta, pero los coloreados no se lo pusimos fácil, nada fácil, conservamos esa ventaja, Álvaro erró un penalty (o, mejor dicho, Javi hizo una estupenda parada) y la ventaja se mantuvo en esos tres goles de diferencia (marcábamos los coloreados, marcaban los blancos) hasta llegar a ese penalty con el que Emilio se mostró disconforme y abandonó el campo, yo no quise insistir pero lo cierto es que me habían empujado e impedido que rematara un pase de la muerte, Fernando reconocía que me había empujado pero para él no era para tanto, en fin, apreciaciones que creo se pueden resolver de modo dialogante mejor que de otras maneras. Finalmente no se lanzó penalty alguno, yo no quise hacerlo, Eduardo se resbaló de mala manera en el borde del campo y decidimos dar por finiquitado el partido antes de que alguien se partiera la crisma o se lesionara como mi hermano Luis, con el resultado final 11-8.

INCIDENCIAS: parecía que iba a hacer mucho frío, digno de Indiana o la mismísima Siberia, esperábamos encontrarnos pingüinos mordisqueando el césped o incluso los pies de los que llegásemos temprano (pocos, como siempre), pero nada de eso. Sí, hacía fresco, 4º marcaba el termómetro de mi coche, pero hacía sol y en Sevilla eso significa que el frío no es para tanto. De hecho, al rato empecé a sudar con tanta camiseta y acabamos como siempre, jugando en manga corta. Fran se trajo una auténtica reata de niños (hasta 6 creo recordar) a los que acompañó Ariadna. Por lo demás, el campo estaba fantástico, la ducha calentita a más no poder, los argonautas de Jasón han debido perderse en la Cólquida y no aparecieron a las 12 y la entrega del resguardo del pago al encargado de las instalaciones se transformó en una conversación de 30 minutos con él y su hermano que trajo a mi memoria estos versos del gran Pedro Calderón de la Barca ("La vida es sueño"):

Cuentan de un sabio que un día
tan pobre y mísero estaba,
que sólo se sustentaba
de unas yerbas que comía.
¿Habrá otro --entre sí decía--
más pobre y triste que yo?
Y cuando el rostro volvió,
halló la respuesta, viendo
que iba otro sabio cogiendo
las hojas que él arrojó.

JUGADORES COLOREADOS: Albert, Pepedu, Javi, Dani, Jaime Jose y yo mismo (JM-2).
JUGADORES BLANCOS: Emilio Lora, Andy, Eduardo, Álvaro, Fran Patricio y Fernando.
CÓMPUTO TEMPORADA 2010-2011: 7 VICTORIAS COLOREADAS, un empate, 3 VICTORIAS BLANCAS.
Jose Manuel.